La entidad que preside Emilio Botín quiere impulsar su crecimiento en Alemania. Para ello ha inyectado en el primer semestre del año 225 millones a través de ampliaciones de capital, con el objetivo de aprovechar las oportunidades que ofrece el mercado germano de manera orgánica, es decir, potenciando sus líneas de negocio.
Alemania se ha convertido en un puntal fundamental para el grupo español, sobre todo en el segmento de financiación al consumo, ante el frenazo de la economía en otros países europeos, como España o Italia. El objetivo del banco para el medio plazo es colocar a su filial en el podio del sector y codearse de tú a tú con los gigantes Deutsche Bank, Commerzbank y Dredsner. A día de hoy ocupa la quinta posición del ranking.
Una de las palancas para conseguir este objetivo es ampliar los productos y servicios, no sólo en su foco principal -los créditos para adquisición de coches-, sino en la concesión de hipotecas. El año pasado, la filial alemana dio los primeros pasos para entrar en el mercado de préstamos para la compra de viviendas. También puso en marcha campañas de captación de depósitos tradicionales.
Contribución al grupo
Para el grupo, Alemania aporta el 4 por ciento de los créditos. Pero a la filial de consumo de la que depende, Santander Consumer, contribuye con casi la mitad de los préstamos. En cuanto a beneficios da el 37 por ciento, con 144 millones en el primer semestre.
En 2010 el Santander dio un salto en el país germano con la adquisición de SEB, lo que le aupó como la quinta entidad del sector por cuento de mercado. La operación era clave para la creación de una gran franquicia. La expansión por Europa central es una de las bases del plan de diversificación potenciado por el grupo cántabro ante la debilidad de España y Portugal. Los países nórdicos y Polonia también están en el centro estratégico del banco.
Su mayor presencia en Alemania le ha permitido en los últimos meses aprovechar las oportunidades de negocio. El crecimiento de la financiación nueva alcanza el 10 por ciento entre enero y junio de este año, lo que coloca a la filial teutona con el mayor aumento de préstamos del Viejo Continente.
El banco cuenta con más de 300 sucursales repartidas por todo el país y con más de siete millones de clientes. La inversión crediticia sobrepasa los 30.000 millones de euros gracias al tirón del segmento de automóviles.
Otro de los países donde también espera buenas noticias es Holanda, al igual que Bélgica y Luxemburgo. Su filial para operar en estos mercados ha recibido también una inyección de capital, aunque mucho menor. La cantidad desembolsada asciende a 60 millones en el primer semestre.