Javier Aliaga
La Paz, 13 mar (EFECOM).- La petrolera estatal boliviana YPFB, que estrenó hoy su quinto presidente en dos años, se enfrenta al reto de asumir un perfil más técnico frente a la politización que la ha caracterizado, para dirigir la nacionalización del sector que en mayo cumple su segundo aniversario.
Portavoces de las empresas y ex autoridades petroleras de Bolivia dijeron hoy a Efe que ése es el mayor desafío de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), que dirige desde hoy Santos Ramírez, del gubernamental Movimiento Al Socialismo (MAS) y que trabajó desde el 2005 en las reformas al sector petrolero.
Este abogado y maestro de profesión, que presidió el Senado en 2006, sustituye en el cargo a Guillermo Aruquipa, quien hoy, tras entregar su oficina de presidente de YPFB, juró como vicepresidente de Operaciones de la empresa.
La Cámara Boliviana de Hidrocarburos (CBH), que agrupa a todas las trasnacionales del sector, "está abierta a la cooperación" y "tiene la mayor apertura" para trabajar con el nuevo presidente de la petrolera, según dijo hoy el vocero de la entidad Yussef Akly.
No obstante, enfatizó que para la compañía en este momento "es esencial que se pueda trabajar sobre los procesos de reorganización y de conformación de cuadros técnicos para el desarrollo del sector energético".
La falta de un perfil técnico ha sido una de las debilidades de la compañía a la que el presidente Evo Morales, con la nacionalización decretada en mayo del 2006, le ha asignado varias tareas que aún no ha asumido plenamente.
La salida de Aruquipa de la presidencia de YPFB se ha producido en medio de denuncias de nepotismo, ineficacia y contratación de simpatizantes del partido de Morales en detrimento de personal especializado en el sector petrolero.
La "injerencia" y "las vinculaciones políticas" en la compañía han frenado la transformación de YPFB en un compañía fuerte y corporativa, como la brasileña Petrobras, según sostuvo hoy el ex ministro del sector, Mauricio Medinaceli.
A su juicio, mientras Ramírez no se rodee de un equipo técnico "todavía la injerencia política va a pesar mucho en la empresa".
Medinaceli remarcó que, de por sí, la posesión de un quinto presidente en YPFB, es un reflejo "de lo difícil que es manejar la empresa estatal, sobre todo cuando hay mucha injerencia política por detrás".
Para el ex superintendente de Hidrocarburos Carlos Miranda la designación de cinco presidentes en dos años demuestra que "hay una crisis de mando y conducción en una empresa tan importante".
No obstante, Miranda cree que la designación de Ramírez abre "una interrogante en el buen sentido" porque es posible que su influencia en el Ejecutivo, dado que es un hombre de confianza de Morales, permita actuar como "un blindaje" y "despolitizar" la compañía.
"Pero si el señor Ramírez cree que la conducción de la empresa es absolutamente política, entonces yo creo que las cosas no van a ir muy bien y quizá inclusive vayan peor", apuntó.
A su juicio, la fórmula para fortalecer la empresa es tener una dirección "con una gran gravitación política pero rodeado de cuerpos técnicos idóneos".
El presidente Morales siempre se ha quejado de que los mejores técnicos del sector petrolero trabajan para las trasnacionales y, para contrarrestarlo, su Gobierno ha tenido que impulsar la formación de profesionales con ayuda de varios países, entre ellos Venezuela.
Antes de Aruquipa, que duró casi un año en el cargo, YPFB estuvo dirigida menos de dos meses por Manuel Morales Olivera, quien tampoco era experto en el tema, pero era hijo de un dirigente político del MAS.
También ocuparon el cargo Juan Carlos Ortiz que tuvo una gestión de cinco meses y antes Jorge Alvarado, que duró siete meses. Ambos sí tenían experiencia profesional en el sector. EFECOM
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