Madrid, 13 mar (EFECOM).- Los productores de energía fotovoltaica han elaborado un mecanismo de cálculo de tarifas que contempla una reducción anual de las primas de entre un 2 y un 10 por ciento, sin contar la inflación, y que permitiría ajustar el crecimiento a la Planificación Energética sin necesidad de fijar cupos de potencia.
En la presentación a los medios del nuevo sistema, denominado Tarifa Fotovoltaica Flexible (TFF), el presidente de la Asociación de la Industria Fotovoltaica (ASIF), Javier Anta, insistió en la necesidad del sector de contar con un modelo de primas "lo antes posible" y pidió una nueva fecha para la reunión que tenían previsto celebrar ayer con el Ministerio de Industria y que éste canceló.
"Si se retrasan las reuniones se mata al sector. Con la situación actual no tenemos nada a partir de octubre", subrayó Anta.
En septiembre de 2007, Industria constató que se había cumplido el objetivo marcado en el PER 2005-2010 para la fotovoltaica, circunstancia que obliga a cortar las primas y subvenciones, y envió a la Comisión Nacional de la Energía (CNE) una nueva propuesta de Real Decreto que ésta rechazo.
El borrador fija un nuevo objetivo de potencia (1.200 MW), pero no garantiza las primas una vez alcanzado y establece como fecha límite el próximo 30 de septiembre para que las instalaciones puedan acogerse a la retribución actual.
La fórmula propuesta por ASIF, que empezaría a aplicarse en 2010 y que ya se ha remitido a Industria para que lo incorpore en el nuevo Real Decreto, plantea revisiones anuales para que las tarifas se ajusten, partiendo de una reducción media del 5 por ciento, al grado de cumplimiento de los objetivos de potencia instalada que establezca el Gobierno a largo plazo.
La propuesta de la patronal permite así que si un año se ha establecido más potencia de la deseada al ejercicio siguiente se puedan reducir más las primas y frenar el crecimiento, o que, si, por el contrario, el sector se queda corto se pueda impulsar reduciendo menos.
El máximo de estas reducciones, que no tienen en cuenta la inflación, sería del 10 por ciento, y el mínimo del 2 por ciento.
Según ASIF, esta nueva fórmula permite adaptarse a las coyunturas de un mercado incipiente, aporta estabilidad y certidumbre a las inversiones, posibilita asumir el descenso de los costes de la tecnología y cumplir con la Planificación Energética sin necesidad de fijar cupos de potencia.
"Permite al sector afrontar una reducción del crecimiento ajustada y progresiva", añadió Anta, quien reconoció que los incrementos de los últimos años no son sostenibles.
El objetivo de la patronal para los próximos ejercicios es que se desarrolle un modelo basado en plantas pequeñas, con un incremento anual de la potencia en torno al 20 por ciento que, acompañado de estas progresivas reducciones del coste del kilovatio, podría permitir alcanzar los 20.000 MW en 2020.
De acuerdo con cifras provisionales de la CNE, el año pasado se conectaron a la red 428 megavatios (MW), lo que supone más que cuadruplicar (440 por ciento) los 97 MW conectados en 2006.
Con esta cifras, la potencia fotovoltaica instalada alcanzó los 593 MW en 2007. EFECOM
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