FRANCFORT (Reuters) - La decisión del Banco Central Europeo de recortar la facilidad de depósito a cero ha tenido un impacto inmediato al mostrarse que los bancos redujeron a más de la mitad la cantidad de dinero aparcada a un día en la autoridad monetaria europea.
El BCE espera que esta medida sin precedentes, que supone que los bancos no obtendrán remuneración alguna si dejan su liquidez depositada allí, suponga la vuelta de un algo más significativo retorno del crédito interbancario al empujar a la banca a buscar alternativas más rentables a las del banco europeo.
El miércoles fue el primer día con este nuevo tipo cero en la facilidad de depósito y los datos publicados el jueves por el BCE mostraron que los bancos dejaron aparcados 325.000 millones en la facilidad de depósito a corto plazo, muy por debajo de los 800.000 millones que dejaron el día anterior y de los 700.000 millones de euros que depositaron en el mismo momento del último período de reservas en junio.
La última comparativa sea probablemente la mejor. Al comienzo del ciclo de reservas mensuales los bancos cuentan con más opciones para gestionar su financiación, de tal forma que los depósitos en el BCE tienden a bajar antes de volver a recuperarse en el transcurso del mes.
La medida adoptada por el BCE de reducir su principal tipo de intervención al 0,75 por ciento y dejar de pagar intereses en la facilidad de depósito - antes del recorte los bancos obtenían una remuneración del 0,25 por ciento - también es una de las razones que han llevado esta semana al euro a niveles mínimos de dos años contra el dólar. En el mercado se espera que la debilidad de la divisa europea contribuirá a abaratar los bienes para compradores extranjero.
El presidente del BCE, Mario Draghi, ha manifestado que espera que el tipo de interés cero tenga un escaso impacto sobre lo que los bancos e inversores deciden hacer con su liquidez sobrante.
Sin embargo, el grupo de contacto - una mezcla de alrededor de 20 operadores líderes y un puñado de expertos del BCE - advirtieron que esta medida podría dañar las operaciones financieras del mercado interbancario, expulsar a los bancos fuera de Europa y contribuir a dañar todavía más su rentabilidad.
Algunos fondos de divisas también han dicho que han estado denegando nuevas operaciones desde el recorte de tipos ante la preocupación de que no puedan garantizar retornos a los inversores ante la falta de una prima básica sobre los fondos que se mantienen ante el BCE.