El Popular quiere curarse en salud ante una eventual tercera reforma financiera por parte del Gobierno, que supondría un endurecimiento adicional de las provisiones, principalmente de créditos a pymes y particulares. Desde que Bankia incorporara en su plan de saneamiento unas necesidades para estos dos sectores, el resto de entidades temen que sea el principio de un nuevo cambio normativo.
Por ello el Popular ha diseñado un proyecto por el que provisionará 1.600 millones adicionales en 2012 y 2013 para cubrir las pérdidas derivadas de los préstamos a pequeñas empresas y a hogares. Con esta dotación, según anunció ayer el banco, se anticipa al resto de sus competidores y elevará las coberturas de esta inversión crediticia al 7,9 por ciento, teniendo en cuenta que ya había reservado en un colchón 1.200 millones en los ejercicios anteriores. De esta manera, la dotación total asciende a 2.800 millones. En el caso de Bankia alcanzará el 7,3 por ciento.
El Popular ha llevado a cabo un escenario económico estresado para fijar las necesidades. Teniendo como referencia Bankia, tenía que provisionar 2.200 millones para una cartera total de préstamos por valor de 79.000 millones. Pero, el banco ha querido ir más allá para anticiparse a una posible normativa con criterios más exigentes. Existe el temor de que Bruselas, tras las recomendaciones de la semana pasada, imponga como condición nuevas coberturas para pymes y hogares (tanto para hipotecas como para consumo) si finalmente aporta recursos para el saneamiento del sistema español.
¿Cómo va a financiar el Popular este esfuerzo? La entidad descarta cualquier tipo de ayuda pública, a pesar de que todavía tiene que afrontar una factura de 5.700 millones de los 7.300 millones por los dos decretos aprobados por Economía este año.
El banco ha decidido utilizar los dos años que otorga la normativa para los grupos en proceso de fusión. El Popular está en plena integración del Pastor.
En estos dos ejercicios las dos palancas principales que usará son la generación de ingresos y beneficios, que estima que alcanzarán los 905 millones, y un proyecto de venta activos, por el que espera obtener unas plusvalías de unos 2.000 millones.
Objetivo de beneficios
En el año 2012, la entidad prevé ganar 325 millones después de haber completado las provisiones de la primera reforma, de las que 2.500 son contra capital y 1.500 millones contra la cuenta de resultados, además de la mayor parte del segundo decreto (900 millones contra capital y 1.800 millones contra los beneficios). Las ganancias del grupo, por tanto, caerán un 32 por ciento con respecto al ejercicio pasado.
Para 2013, las necesidades serán menores, de apenas 600 millones para culminar el esfuerzo de la segunda reforma. De ahí que el banco espere unos beneficio superiores, de 580 millones, lo que supondrá un aumento del 78,4 por ciento.
La otra vía para captar recursos está basado en un plan de desinversiones, que aliviarán la carga de las dotaciones tanto ordinarias como extraordinarias. En el presente ejercicio espera obtener unas plusvalías de 1.700 millones, mientras que en el próximo, cerca de 300 millones. Éstas cifras suponen un aumento del 25 por ciento con respecto a las logradas en los últimos dos años.
Venta de activos
¿Qué pretende vender? Entre los activos que ha decidido poner a la venta se encuentra su división de internet y medios de pagos (tarjetas). Con esta operación, para la que está manteniendo conversaciones con su socio francés Credit Mutuel a través de la filial española Targobank, podría captar en torno a 120 millones de euros.
Targobank (entidad que comparten ambos grupos) también ayudará al Popular para realizar el saneamiento. Está pendiente de adquirir entre 200 y 300 sucursales del Pastor, fruto de las duplicidades de red tras la integración operativa. Éstas se encuentran, principalmente, en Galicia.
Otro de los activos de los que quiere desprenderse es de su filial de seguros de vida en Portugal, a través de una alianza con una compañía del sector. En España ya ha alcanzado a una pacto con Allianz, que además es su principal accionista individual.
También tiene previsto acelerar la venta de los pisos adjudicados fruto de la elevada morosidad. En los últimos años el Popular ha mantenido una política prudente de precios ya que consideraba que podía aguantar hasta 2015 con el stock de viviendas sin necesidad de realizar ofertas agresivas. Ahora, con las nuevas provisiones tendrá más fácil la salida de estos activos, ya que habrá realizado previamente el ajuste de las valoraciones.
En los próximos días otras entidades podrían seguir el camino del Popular. Todas los grupos financieros tendrán que presentar ante el Banco de España sus planes de saneamiento, en los que podrían incluir unas provisiones adicionales para los créditos no inmobiliarios. Los expertos, entre ellos los de ING, estiman que si el conjunto del sistema llevara a cabo las mismas dotaciones, éstas se elevarían en otros 35.000 o 50.000 millones.
El Popular sostiene que el esfuerzo en provisiones permitirá al grupo cumplir con los requisitos de solvencia impuesto por Europa para las entidades sistémicas. Alcanzará en 2013 un ratio de capital del 10,3 por ciento, frente al 9 por ciento exigido.