BUENOS AIRES (Reuters) - La petrolera española Repsol canceló su contrato de suministro de gas natural licuado (GNL) a Argentina por incumplimiento del acuerdo, lo que obligará al país a salir con urgencia a comprar cargamentos más caros para evitar el desabastecimiento.
Repsol dijo que la petrolera estatal argentina Enarsa, encargada de la importación del combustible, buscó renegociar los precios de 10 barcos con GNL y modificar su calendario de entrega, según un documento obtenido por Reuters el viernes.
La petrolera española agregó que la expropiación este mes de su participación del 51 por ciento en la petrolera local YPF muestra que el país "no tiene intenciones" de respetar el contrato de suministro.
"Es claro por su conducta a la fecha y el actual contexto (particularmente la ilegal y discriminatoria adquisición de YPF SA por el Gobierno argentino) que no tiene intenciones de cumplir, o estar obligado a cumplir, el acuerdo", dijo Repsol en la carta en la que informa a Enarsa sobre la cancelación del contrato.
Enarsa aún no ha podido asegurarse los 80 cargamentos que necesita este año para cubrir entre 20 y 30 por ciento de la demanda interna de gas natural debido a los altos precios que los proveedores exigen a Argentina.
Antes de la cancelación de Repsol, Enarsa tenía comprometidos alrededor de 50 barcos. No había nadie inmediatamente disponible en la empresa estatal argentina para hacer comentarios.
El Ministerio de Planificación Federal, responsable por las políticas energéticas del país, dijo en un comunicado que el suministro está garantizado.
"Todas las cargas de Gas Natural Licuado (GNL) acordadas con Repsol ya fueron reemplazadas porque sabíamos que como siempre iban incumplir, de la misma manera que lo hicieron durante los años que controlaron YPF", afirmó.
El Gobierno argentino, cuyas políticas intervencionistas irritan a los inversores internacionales, expropió un 51 por ciento de YPF tras acusar a Repsol de no invertir lo suficiente para evitar la caída de la producción de la petrolera y de mantener una agresiva política de dividendos.
Repsol negó las acusaciones y presentó el martes una demanda en un tribunal de Nueva York para obtener una compensación de 10.000 millones de dólares (unos 7,800 millones de euros) por la participación expropiada.
La suspensión de la venta obligaría a Argentina a comprar GNL más caro para compensar el faltante, poniendo presión sobre el superávit comercial del país.
Los barcos adquiridos a Repsol tenía un precio de entre 13,5 y 14 dólares por millón de btu, según analistas del sector energético. Enarsa ahora está recibiendo ofertas por entre 16 y 20 dólares/mmBtu.
Las importaciones energéticas argentinas se dispararon el año pasado a casi 10.000 millones de dólares.
Enarsa vende el GNL en el mercado local a alrededor de 4 dólares/mmBtu para asegurar gas natural barato a industrias y hogares. El Estado financia la diferencia.
La petrolera ofreció recientemente pagar embarques de GNL con biodiésel.
Pese a las importaciones, desde hace varios años son habituales los cortes de gas natural a industrias durante el invierno austral para garantizar el suministro a hogares, lo que ha afectado la producción manufacturera.
/Por Alejandro Lifschitz/