MADRID (Reuters) - Ante las dificultades económicas y tras la reciente rebaja de su rating por algunas agencias de calificación, la eléctrica Iberdrola anunció el jueves un cambio en su estrategia centrada en la evolución de la deuda, que quiere rebajar por debajo de los 30.000 millones de euros antes de fin de 2012.
Durante la conferencia de resultados del grupo, el presidente de IBERDROLA (IBE.MC) Ignacio Sánchez Galán, dijo que la sociedad reducirá sus inversiones, buscará mejorar la eficiencia y desinvertirá activos, aunque rehusó a dar un objetivo de estas eventuales desinversiones.
"Vamos a revisar todas las inversiones que no estén comprometidas (...) mirando mucho más la situación de deuda", dijo Galán, que añadió que podrían desinvertir en su negocio de gas si llega una oferta atractiva.
El grupo anunció el jueves sus resultados a marzo, con un alza del 4,1 por ciento en su ebitda a 2.365 millones de euros, mientras que el beneficio neto aumentó un 0,7 por ciento a 1.022 millones. Ambas cifras fueron algo mejores que las estimaciones de los analistas consultados por Reuters.
La pujanza del negocio en Brasil y Reino Unido, junto con un impacto positivo de 118 millones de euros por una sentencia favorable relacionada con el conocido como "bono social", apuntalaron las cuentas de la eléctrica, mientras que las recientes medidas del Gobierno español contra el déficit de tarifa tuvieron un impacto negativo de 62 millones de euros.
"A nivel operativo, el ebitda 1T12 se vio impulsado por el mejor comportamiento del negocio liberalizado y de Latam, que pudieron compensar la mayor ralentización del negocio regulado, y el mayor estancamiento en renovables+gas USA", dijo Banesto Bolsa en una nota a clientes.
En cuanto a su posición financiera, Iberdrola cerró marzo con una deuda neta de 31.660 millones de euros, ligeramente inferior a la del pasado diciembre, y dijo en una presentación que prevé situarla a finales de año por debajo de 30.000 millones de euros.
Este objetivo de rebaja de deuda no tiene en cuenta eventuales desinversiones de activos, explicaron los directivos de la sociedad.
"Esta estrategia está ya en la línea que tienen todas las compañías, no tienen capacidad para crecer y endeudarse más y su prioridad ahora es reducir deuda", dijo un analista del sector que pidió el anonimato.
El grupo anunció que prepara un nuevo plan estratégico para los próximos años, aunque previsiblemente esperará a que el Gobierno anuncie su nueva batería de medidas para atajar el déficit de tarifa, legislación que se espera para mayo o junio.
"Van a lanzar un nuevo plan estratégico y van a celebrar el día del inversor, pero parece que esperarán a la nueva regulación para hacerlo", explicó el analista.
SIN CAMBIOS EN ESTATUTOS PARA JUNTA
A pocas semanas de su siempre agitada junta de accionistas, el presidente de Iberdrola lanzó un mensaje expresamente dirigido a su principal accionista, el grupo de construcción ACS, con el que mantiene una encarnizada lucha por cerrarle la entrada en su consejo de administración.
Galán afirmó que Iberdrola no cambiará sus estatutos para eliminar las restricciones del 10 por ciento a los derechos de voto basándose en su recurso presentado a la legislación que elimina dichos límites.
"Está todavía en un proceso judicial y cuando se termine ese proceso judicial, en función del resultado lo llevaremos a estatutos", dijo Ignacio Sánchez Galán ante analistas.
El mes pasado, el Tribunal Supremo rechazó la demanda interpuesta por Iberdrola para tratar de mantener la limitación de los derechos de voto de su accionista de referencia ACS en el 10 por ciento, aunque la eléctrica no tardó en solicitar la nulidad de la sentencia.
Fuentes jurídicas consultadas entonces por Reuters dijeron que los incidentes de nulidad suelen fallarse en contra "en el 99 por ciento de los casos, pero son una herramienta necesaria para poder solicitar posteriormente un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional".
Previsiblemente, según las mismas fuentes, el Supremo resolverá en un plazo de entre uno y dos meses y el posterior recurso de amparo al Constitucional entraría ya en plazos difícilmente cuantificables.
Iberdrola ha convocado para el próximo 22 de junio su junta de accionistas, en lo que se espera sea una nueva batalla en la guerra abierta con ACS.
En esta edición, que se celebra más tarde de lo habitual, ACS encara la junta desde una posición de debilidad tras haber tenido que vender un 3,7 por ciento de la eléctrica ante las dificultades financieras, dando un giro a una estrategia hasta ahora compradora y reduciendo su posición al 14,85 por ciento del capital de Iberdrola.