Empresas y finanzas

Argentina baraja limitarse a controlar el 30% de YPF para evitar conflictos

La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner. Foto: Archivo

Las duras advertencias por parte del Ejecutivo español sobre las consecuencias que tendría una eventual nacionalización de YPF han surtido efecto. Parece que Argentina habría limitado sus pretensiones por los enfrentamientos judiciales que supondría una nacionalización y ahora se propondría controlar el 30% de la petrolera.

La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ha decidido retrasar cualquier decisión sobre la filial de Repsol en un momento marcado por la tensión política y con la Cumbre de las Américas como escenario de fondo, que se celebró el fiin de semana en Colombia con líderes de todos los países como Barack Obama.

El diario La Nación asegura que el Gobierno retomará el asunto una vez finalice la Cumbre. Sin embargo, Kirchner ha provocado el descontento también dentro de sus fronteras. Las provincias petroleras, que hasta ahora han liderado el acoso a YPF, están molestas por la forma en la que el Gobierno argentino habría planeado la nacionalización, es decir, de forma centralizada y sin ceder ningún poder a las provincias.

Por ello, la mandataria se reunirá mañana con los gobernadores de estas provincias, integradas en la Ofephi (Organización Federal de los Estados Productores de Hidrocarburos), con el fin de comenzar una ronda de negociaciones sobre las medidas a tomar sobre la principal petrolera y, de paso, intentar solucionar el problema de fondo: conseguir más crudo para tener que importar menos y compensar así la balanza comercial.

Segín el diario argentino, han prosperado las posturas más moderadas frente a las radicales y en lugar de plantear la intervención sobre el 50% del capital, ahora se conforman con el 30%. En esta posición se encontraría Julio de Vido, ministro de Planificación, aunque en un primer momento lideró las amenazas a Repsol. Es más, la prensa local apunta a que fue el propio De Vido quien movilizó a las provincias para rechazar la propuesta por posibles perjuicios económicos y judiciales para sus distritos.

Sin embargo, seguiría siendo una nacionalización, aunque aquí entraría en juego una negociación con Repsol para fijar el precio. Esta fórmula consistiría previsiblemente en crear una sociedad mixta para explotar el gran yacimiento del país: Vaca Muerta, lo que permitiría al Gobierno tener control directo sobre el mayor recurso de su historia. El mismo mecanismo se utiliza en Brasil, donde se consigue un equilibrio entre los intereses empresariales y los gubernamentales.

La Casa Rosada considera que YPF valía hace tres meses 18.000 millones de dólares. Sin embargo, tras los varapalos en bolsa por las amenazas de nacionalización, la cotización tan sólo asciende a 10.000 millones. De hecho, el regulador bursátil estadounidense (SEC) volvió a requerir información a YPF por la volatilidad de sus títulos.

Según La Nación, el Gobierno argentino podría ofrecer 6.000 millones de dólares y negociar por el porcentaje, los plazos y la forma de pago. De ahí que tenga tanta importancia la próxima junta de YPF el próximo 25 de abril, donde se aprobará el pago del dividendo, uno de los principales puntos de fricción entre la petrolera y el Ejecutivo.

Obama muestra su malestar

Pero antes, una serie de encuentros marcarán las decisiones de Kirchner. Uno de los más importantes fue la reunión mantenida este fin de semana entre la mandataria y el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en el marco de la Cumbre de las Américas. Obama rechazó de plano las restricciones comerciales del país y su Gobierno se ha mostrado en contra de la intervención de YPF con el apoyo ofrecido para tomar represalias si se llega a tal extremo.

Cabe recordar que el propio Obama mantuvo un encuentro informal hace unas semanas en el marco de la última reunión del G-20, una organización que precisamente volverá a reunirse en México desde mañana, al igual que la Comisión Mixta de la Unión Europea, donde se reafirmará el apoyo a España y a YPF en su conflicto con Argentina . A esto se suma que el presidente de Chile, Sebastián Piñera, ha defendido que los países tienen que cumplir las leyes comerciales y respetar los acuerdos de inversión.

Precisamente este cierre de filas ha sido el que ha conseguido reconducir la situación, tal como explicó el fin de semana el ministro de Industria, José Manuel Soria. "A lo largo de las últimas 48 horas las cosas parece que se encauzan ", explicó el ministro, aunque también confirmó que no había tenido ningún contacto nuevo.

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