
El desacuerdo del Bundesbank con la política monetaria que está llevando a cabo el Banco Central Europeo (BCE) es evidente. Pero el presidente de la institución alemana, Jans Weidmann, ha querido plasmar por escrito su disconformidad y ha enviado una carta a Mario Draghi advirtiéndole de la pérdida de credibilidad y de crecientes riesgos en el sistema del euro. Alemania aceptará aumentar el fondo de rescate de 500.000 a 750.000 millones.
La misiva ha salido a la luz gracias al diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung, que informa de que la carta fue enviada hace unos días. En ella, Weidmann propuso un retorno a las normas de seguridad vigentes antes de la crisis financiera.
No es la primera vez que el Bundesbank pide prudencia al banco central de la Eurozona y le transmite su preocupación por las medidas tomadas para contener la crisis. En el último mes, ha lanzado más de una advertencia sobre las inyecciones de liquidez a largo plazo del organismo. Weidmann piensa que subastas como las de ayer -o la de diciembre- en la que el BCE adjudicó 529.531 milones de euros a 3 años a 800 bancos se pueden volver en contra.
Esta vez, Weidmann asegura que la institución ha sido demasiado generosa a la hora de permitir a los bancos acudir a sus préstamos. Se refiere, en concreto, a las nuevas exigencias de colaterales que solicita a los bancos para acceder a la subasta.
De esta forma, Weidmann propone mayores garantías para los bancos nacionales financieramente débiles. El presidente del Bundesbank también advierte a Draghi de una pérdida de credibilidad y hace un llamamiento a un debate sobre los riesgos aludidos.
En su opinión habría que estudiar en qué medida la posición de riesgo del BCE puede ser mejorada con la introducción de mayores garantías.
En principio, la subasta de ayer debería ser la última que realice a tres años la institución dirigida por Mario Draghi, y los expertos creen que será así a menos que las condiciones de los mercados financieros empeoren sustancialmente.
Riesgo de tensiones en el BCE
Añadir una tercera subasta podría provocar tensiones dentro del BCE, especialmente tras las múltiples advertencias de Alemania.
"Solo habrá otra subasta de este tipo si los mercados se vuelven realmente amargos otra vez", señaló Gilles Moec, economista jefe de Deutsche Bank y antiguo miembro del Banco Central de Francia. "Si los mercados siguen su actual curso, no hay necesidad de arriesgarse a una división".
Otras opiniones van incluso más allá. Según recoge el Financial Times, el consejero delegado de Standard Chartered, Peters Sands, apunta a que el exceso de dinero podría "sembrar las semillas para la próxima crisis".
Lorenzo Bini Smaghi, antiguo miembro del comité ejecutivo del BCE, también se suma a la opinión de Sands al asegurar que los bancos podrían convertirse en "adictos a la financiación fácil".