
El Banco Central Europeo ha adjudicado 529.531 millones de euros en su segunda subasta de liquidez a 3 años, más que en la anterior y por encima de las previsiones, que eran de 470.000 millones de euros. Además, han acudido a la oferta 800 bancos.
En la anterior barra libre de liquidez, celebrada el 21 de diciembre, las apelaciones de 523 entidades al BCE ascendieron a 489.200 millones de euros.
De momento, no ha habido grandes reacciones a la subasta, pero en principio los efectos beneficiosos deberían continunar. Luca Cazzulani, de Unicredit, aseguró a Reuters que "los bonos españoles e italianos probablemente se van a beneficiar de esto y los mercados de renta variable también".
La entidad no desglosa las cantidades pedidas por cada banco ni por países, pero los analistas estiman que las entidades españoles habrán pedido del orden del 20% del total, lo que significaría entre 100.000 y 150.000 millones de euros.
"El BCE está abriendo las compuertas otra vez", explicó Carsten Brzeski, economista de ING en Bruselas a la agencia estadounidense Reuters. "Es realmente el único juego para intentar revitalizar la banca y la economía".
¿Habrá más subastas?
En principio, la subasta de hoy debería ser la última que realice a tres años la institución dirigida por Mario Draghi, y los expertos creen que será así a menos que las condiciones de los mercados financieros empeoren sustancialmente. Y ello a pesar de que con la anterior consiguó calmar el miedo sobre la Eurozona y reducir los intereses de la deuda de los países más afectados por la crisis.
Añadir una tercera subasta podría provocar tensiones dentro del BCE (el Bundesbank ya ha lanzado advertencias sobre este tipo de operaciones y su efecto en la inflación) y al mismo tiempo reduciría la presión sobre los gobiernos y bancos para que mejoren sus cuentas y sus balances, según los expertos.
"Solo habrá otra LTRO (Long Term Refinancing Operation, el nombre que reciben en inglés estas subastas de liquidez a 3 años) si los mercados se vuelven realmente amargos otra vez", señaló Gilles Moec, economista jefe de Deutsche Bank y antiguo miembro del Banco Central de Francia. "Si los mercados siguen su actual curso, no hay necesidad de arriesgarse a una división".
El consejo de Gobierno del BCE acordó en su reunión del pasado 8 de diciembre de 2011, en plena tormenta sobre la deuda soberana, llevar a cabo dos subastas a tres años con adjudicación plena y a tipo fijo, actualmente el 1%, que puede amortizarse al cabo de un año.
Los bancos han utilizado esta vía de financiación en parte para adquirir deuda soberana, como muestra el récord de compras por parte de las entidades españolas e italianas en enero. Gracias a ello, además, los países han podido financiarse. Es el denominado Sarkozy trade, ya que el presidente francés pidió públicamente a la banca que financiará a los gobiernos.