Bruselas, 26 feb (EFECOM).- La producción de ganado ovino y caprino de la UE corre peligro por las "dificultades" que atraviesan los productores a causa de los altos precios de los piensos y la falta de interés entre los jóvenes por esta actividad, según un estudio presentado hoy en el Parlamento Europeo (PE).
El informe, realizado por una consultora, indica que los productores "están actualmente desanimados" y dejan el sector, pese a que esta ganadería "tiene una buena imagen" dentro de la UE.
Además, la UE produce solamente el 79% de lo que consume y el resto de esta carne es importada de países como Nueva Zelanda.
Según el estudio, la producción comunitaria de ovino es de un millón de toneladas, mientras que el consumo asciende a 1,3 millones.
En el caso de España, segundo productor por detrás del Reino Unido, la producción es de 223.000 toneladas y el consumo asciende a 213.000.
El sector "está en un momento crítico y necesita una señal fuerte para parar su caída", según el estudio.
El trabajo, que ha sido presentado ante la comisión de Agricultura del PE, cita entre los problemas que atraviesa esta ganadería, el incremento de los costes, particularmente en la "electricidad y en los piensos".
Además, la producción de cordero o de cabras requiere unos conocimientos específicos, mientras que los ingresos figuran entre los más bajos del sector agrícola y "dependen mucho de ayudas".
Otras dificultades son la falta de organización de las empresas y además, el relevo generacional pues los productores de ovejas y cabras tienen más edad que en otras ganaderías y no hay interés entre los jóvenes por esta actividad.
El estudio alude a la "fuerte competencia por la tierra, particularmente en la situación de altos precios para los cereales".
Sin embargo, el informe apunta que existen puntos positivos en la cría de cabras y ovejas como su vínculo con el territorio, la capacidad de adaptación al terreno o el hecho de que requieren menos maquinaria que la producción de otros animales.
Propone medidas como el establecimiento de una prima anual, más un pago adicional que dependa de compromisos como la formación, la mejora de la gestión o la concentración en organizaciones.
Plantea aumentar la promoción y el establecimiento de un etiquetado "obligatorio" que distinga entre la carne de ovejas o cabras de animales nacidos o criados en la UE (con una indicación posible del origen) y la de los que provengan de terceros países. EFECOM
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