El banco alemán, en el que el Estado controla una participación minoritaria, registró en el último trimestre de 2011 unas ganancias netas atribuibles de 316 millones de euros, un 23% más con respecto a los 257 millones que ganó en el mismo periodo del año anterior.
En el conjunto del año, el beneficio ascendió a 638 millones de euros, por encima de los 577 millones que habían estimado de media los analistas consultados por Bloomberg.
Según explicó, entre octubre y diciembre tuvo que provisionar otros 700 millones de euros por su exposición a la deuda griega.