Buenos Aires, 22 feb (EFECOM).- Los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y Argentina, Cristina Fernández, expresaron hoy su apuesta clara por la integración y su voluntad de sortear las diferencias bilaterales, aunque evitaron referirse en público al conflicto surgido por el reparto del gas boliviano.
"Si profundizamos el proceso de integración, si le agregamos la complementariedad a nuestras industrias, vamos a sortear las diferencias", dijo la presidenta argentina, durante su intervención en un almuerzo ofrecido en la Cancillería al mandatario brasileño, que inició hoy una visita de Estado de dos días a Buenos Aires, con una agenda marcada por la cuestión energética.
"Vamos a sortear las diferencias, porque cuanto más profunda sea la integración, menos motivos habrá para algunos resabios, algunas minorías, que siguen soñando en que no podamos profundizar este Mercosur", añadió.
La presidenta argentina subrayó el logro que ha supuesto superar viejas concepciones que obstaculizaban la integración bilateral, producto de "mentes febriles", dijo, que "impidieron que Argentina y Brasil se constituyeran en el eje de transformación de una región que necesita de la recuperación de su sociedad".
Lula, por su parte, afirmó que "la alianza entre Argentina y Brasil es imprescindible para que se alcancen nuestro objetivos", y se deshizo en elogios para Cristina Fernández y su antecesor y esposo, Néstor Kirchner.
"Vamos a lanzar un satélite conjunto, trabajar en energía nuclear, cooperar más en materia de energía y defensa", precisó el presidente brasileño antes de indicar que Argentina y Brasil "están hoy juntos y lo estarán mañana para avanzar en la integración".
Los acuerdos suscritos hoy entre Lula y Fernández incluyen los sectores de energía, la tecnología, industria y transporte, entre otros.
En materia energética, Argentina y Brasil aspiran a construir un reactor nuclear para atender la demanda eléctrica de ambos países, ratificaron su decisión de construir el proyecto hidroeléctrico de Garabí, sobre el río Uruguay, en la frontera común, y acordaron la exportación continua de electricidad de Brasil a Argentina en el próximo invierno, en vistas a un período de posible escasez.
Asimismo, acordaron ampliar la conexión de gas natural entre ambos países e impulsar un mecanismo para realizar el comercio bilateral con las monedas locales, en sustitución del dólar, entre otros aspectos.
Ninguno de los acuerdos suscritos hoy hace mención expresa a las diferencias bilaterales planteadas por el reparto del gas boliviano, el tema central de la reunión que mantendrán mañana los presidentes de Brasil y Argentina con su homólogo de Bolivia, Evo Morales, en una visita relámpago a Buenos Aires.
Morales ha reconocido la incapacidad de Bolivia para atender los compromisos adquiridos con Brasil y Argentina, y ha sugerido que sean Lula y Fernández quienes consensúen una fórmula satisfactoria para ambas partes.
Según el presidente de la petrolera estatal brasileña Petrobras, José Gabrielli, Brasil no puede resignar parte del gas que importa desde Bolivia a favor de Argentina, pero sí que puede exportarle a ésta electricidad en tiempos de emergencia.
"En estos momentos necesitamos plenamente el gas que importamos desde Bolivia. Es una necesidad del mercado: necesitamos el gas. No es que no queremos" resignar gas a favor de Argentina, dijo hoy Gabrielli a la prensa en Buenos Aires.
El ejecutivo apuntó que Petrobras, que produce e importa el gas desde Bolivia, "está dispuesta conjuntamente con Brasil a analizar algunas posibilidades de abastecimiento eléctrico a Argentina en momentos de emergencia, habilitando la generación eléctrica en Brasil adicional a sus necesidades internas para la exportación a Argentina".
La actual producción boliviana de gas ronda los 40 millones de metros cúbicos diarios, que subirán este año a 42 millones, frente a una demanda del mercado externo e interno de unos 46 millones de metros cúbicos. EFECOM
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