Berlín, 21 feb (EFECOM).- El informante que vendió a los servicios secretos alemanes el CD con datos de hasta un millar de evasores fiscales a Liechtenstein pagó los impuestos correspondientes sobre los cinco millones de euros recibidos por sus servicios.
Así lo informaron hoy fuentes de los servicios de seguridad alemanes, según los cuales al confidente se le restaron un diez por ciento sobre sus honorarios, es decir, medio millón de euros.
El presidente del BND -departamento federal de Información-, Ernst Uhrlau, explicó ante la comisión de control parlamentario que investiga el papel de ese departamento en el caso que su informante era una fuente "fiable" y se puso en comunicación con el servicio de inteligencia por correo electrónico para ofrecer esos servicios.
Desde Liechtenstein se había afirmado que se trataba de un ex-empleado del banco LGT -propiedad de la familia del príncipe Alois-, que había robado los datos, los había ofrecido a varios países y se encontraba entretanto huido a Australia.
De acuerdo con medios alemanes, las pruebas contra los presuntos evasores están muy bien fundamentadas, gracias a ese CD, y difícilmente éstos podrán zafarse a la acción de la justicia.
Según el diario "Süddeutsche Zeitung", en el caso de las evasiones fiscales al Principado entrarían en juego también varios bancos privados alemanes.
De acuerdo con ese medio, unas 50 fundaciones de estas características estarían funcionando en ese paraíso fiscal al servicio de clientes adinerados de Alemania.
El pasado lunes se iniciaron registros en todo el país, especialmente en ciudades como Hamburgo, Fráncfort y Múnich, tanto en domicilios privados y oficinas como en algunas sucursales bancarias.
Entre estos bancos estarían el Dresdner Bank, así como pequeñas instituciones como Metzler, Hauck und Aufhäuser y el Berenberg, apunta ese rotativo.
Se sospecha que desde esos bancos se "recomendaba" explícitamente a ciertos clientes transferir dinero a cuentas de Vaduz, aprovechándose de los vacíos fiscales existentes en el Principado en cuanto al funcionamiento de las fundaciones.
Uno de estos bancos, el Metzler, informó hoy que ha abierto investigaciones contra tres empleados suyos, por sospecha de complicidad en casos de evasiones fiscales.
En Liechtenstein están registradas unas 75.000 fundaciones, según datos del ministerio de Finanzas alemán, sobre las que no existe apenas control y una casi absoluta exención fiscal.
La canciller Angela Merkel apremió ayer, en una reunión con el primer ministro del Principado, Otmar Hasler, a ese micropaís europeo a reformar su legislación, adecuarla a unos mínimos europeos e impedir que desde sus bancos se "anime" a la evasión fiscal. EFECOM
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