
La Comisión Europea autorizó hoy sin condiciones la opa de la constructora española sobre la francesa Eiffage tras constatar que la operación no tendrá un impacto negativo sobre la competencia. Sacyr lanzó su opa en abril de 2007 ofreciendo 12 acciones propias por cada 5 de la constructora gala, pero el regulador francés (AMF) la anuló por un supuesto concierto con otros 89 accionistas españoles de Eiffage.
Esta autorización podría dar un nuevo impulso a la opa., que está paralizada desde junio de 2007 al haber llegado el asunto hasta los tribunales franceses. Es más, se lleva publicando cierto tiempo que Sacyr está preparando la venta de su 33% del capital, algo que incluso confirmó Eiffage.
Una historia complicada
La constructora española recurrió la decisión de anulación de la AMF ante el Tribunal de Apelaciones de París, que deberá emitir su veredicto sobre si la opa sobre Eiffage es válida o no el próximo 2 de abril. Sacyr lanzó su oferta sobre Eiffage después de que fuera privado de sus derechos de voto, junto a otros minoritarios españoles, por la dirección de la francesa.
Tanto Sacyr como otros accionistas denunciaron la maniobra de Eiffage ante el Tribunal de Comercio de Nanterre, que tiene previsto resolver los recursos el próximo 6 de mayo.
En paralelo a los procesos judiciales, la constructora española solicitó autorización a la Comisión Europea, que tiene competencia exclusiva en las fusiones de dimensión comunitaria y que hoy dictaminó que la operación no afectará negativamente a la competencia.
No afecta a la competencia
En un comunicado, el ejecutivo de la UE hizo hincapié en el distinto foco geográfico de las dos compañías, ya que Sacyr opera principalmente en España y Portugal y Eiffage sobre todo en Francia.
Según la investigación comunitaria, sus actividades sólo se solapan en España y Portugal, en los mercados de la construcción de viviendas y carreteras, en los mercados de concesiones de autopistas de peaje y en la gestión de autopistas de peaje. Pero esos solapamientos son muy limitados y, por lo tanto, Bruselas ve improbable que ocasionen problemas a la competencia.
La Comisión también detectó algunas relaciones verticales, dado que las dos empresas operan en los mercados español y portugués de construcción de carreteras -Sacyr en España y tanto Sacyr como Eiffage en el sector de las autopistas en Portugal-. Además, Eiffage se dedica a la producción de asfalto y áridos en España y Portugal.
Sin embargo, Bruselas concluyó que la cuota de las partes en cada uno de estos mercados es limitada, por lo que también descartó efectos perniciosos para la competencia.