Bruselas, 21 feb (EFECOM).- El Parlamento Europeo aprobó hoy varias normas para simplificar los requisitos que deben cumplir las empresas comunitarias cuando venden sus productos en otros Estados miembros y evitar prácticas proteccionistas encubiertas por parte de algunos países.
La Eurocámara aprobó dos reglamentos y una decisión que habían sido acordados previamente con el Consejo (los Estados de la UE), por lo que se da por concluida la tramitación de este paquete.
La nueva normativa fija un marco común para la comercialización de productos dentro de la UE y elimina así las normas técnicas que hasta ahora podían exigir los Estados a los artículos procedentes de otros países europeos, y que se utilizaban en muchos casos para dificultar las importaciones, según las instituciones europeas.
Esto afectará principalmente a los bienes de consumo, cuyas características técnicas no están reguladas en normas comunitarias -como sucede con los productos industriales- y que representan en torno al 25 por ciento del comercio intracomunitario.
Hasta ahora, las autoridades nacionales podían establecer requisitos específicos sobre la forma, el tamaño, el peso, la composición, la presentación, el etiquetado o el envase de los productos, algo que para la Eurocámara dificulta el "pleno funcionamiento del mercado interior".
Con la nueva normativa, los países no podrán prohibir la venta dentro de su territorio de productos comercializados legalmente en otro Estado miembro.
Además, serán las autoridades de cada país las que tengan que demostrar que un producto no cumple las reglas mínimas de seguridad si quieren imponer barreras a su importación.
Hasta ahora, eran las empresas las que tenían que probar que sus productos se adaptaban a las exigencias nacionales, requisitos que con los textos aprobados hoy sólo podrán aplicarse por motivos de interés público.
Por otra parte, la UE reforzará el uso de instrumentos como el marcado CE, que será "el único" que indique que un artículo respeta las leyes comunitarias.
Los etiquetados nacionales -según una enmienda de la propuesta original de la CE pactada por el Parlamento y el Consejo- podrán seguir aplicándose siempre que ofrezcan "información complementaria al consumidor".
Además, los países tendrán que garantizar la correcta aplicación del marcado comunitario y emprender acciones judiciales en caso de un uso incorrecto. EFECOM
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