Empresas y finanzas

De servir cafés al jefe a "exigirlos": el becario se promociona en la empresa

Olvídenlo. Aquel becario que revoloteaba por su oficina en los meses de verano, al que le daba miedo hablar e incluso preguntar cómo debía hacer eso, ha pasado a la historia. En apenas veinte años, los estudiantes becados han pasado de buscar un 'hueco' a que se los rifen. Cuestan a las empresas unos cuatro euros la hora, casi la mitad que un empleado en prácticas.

La invisibilidad de los becarios, independientemente del tipo de beca de la que gocen, ya no existe. No son jovenzuelos ni tampoco entran por primera vez en un despacho. Ahora los becarios sobrepasan de media los 20 años, saben idiomas e informática, incluso tienen masters y conocen como funciones una oficina.

El becario "prototipo" de ahora

Podrían pasar por empleados pero en sus contratos aparecen categorías de lo más variopinto que los alejan de la condición laboral de empleado y, por supuesto, de las condiciones del mismo.

"Las definiciones de la beca son muy amplias e incluso complicadas de entender", explica Marc Carreras, director de Sagardo y Abogados en Cataluña, durante la III Edición del Programa Superior de Relaciones Laborales que organiza la Fundación de este despacho. "El problema es que se usa a los becarios para lo que no son y al final se acaban camuflando auténticas relaciones laborales", asegura.

Antes llevar cafés era la actividad que los jefes destinaban a los becarios nada más llegar a la empresa. Ahora desde su llegada, se les equipara en obligaciones y derechos a los empleados. "No se puede generalizar. Están los de último año de universidad, los de posgrado y los que hacen becas que no son becas, sino contratos encubiertos", dice la directora de proyectos de la Fundación Universidad y Empresa, Carmen Palomino.

"No hay un índice temporal. Sin embargo, cuanto más tiempo está un becario en la empresa, más sospechosa es ésta de mantener con él una relación laboral encubierta", explica Carreras. Aunque el período medio de estancia de un becario ronda los seis meses, permanecer un año en la empresa con una beca no es irracional.

Para Carreras también depende de los sectores. Si antes la banca era la que más se nutría de becarios y pedía grandes contingentes para suplir vacaciones, parece que ahora son las empresas de nuevas tecnologías e informática las que toman la delantera.

Cuánto cuesta a la hora

No es ningún misterio que el coste para la empresa de mantener a un becario o a un empleado es muy distinto. Según el informe de Comisiones Obreras Jóvenes y prácticas en los centros de trabajo, hacer un contrato de prácticas a un estudiante supone una inversión de 7,93 euros por hora, mientras que introducir a esa persona mediante un convenio de cooperación educativa - universidad, empresa y alumno - alcanza los cuatro euros. Por el contrario un empleado cuesta 31,8 euros por una jornada laboral de ocho horas. Para el sindicato, el ahorro para la empresa puede llegar al 50 por ciento.

Aunque los datos sobre la inserción final de estos becarios de empresa ronda el 45 por ciento, "depende de la titulación que tengan y del camino propio de la empresa a la hora de incorporar a alguien", explica Miguel Ángel Barberà, director del departamento de prácticas en empresa de la Fundación Universidad y Empresa de la Universidad de Valencia.

"La figura ha cambiado, hace 20 años pedíamos, por favor, que ofrecieran puestos a nuestros alumnos y ahora la demanda de becarios es tan elevada que algunos puestos quedan sin cubrir", asegura.

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