Nuevo golpe a José María Ruiz-Mateos. Más de 50 efectivos policiales registran desde media mañana su lujosa mansión en Somosaguas (Madrid), así como la casa donde se encuentra la nueva sede de Rumasa, en la misma urbanización, en la calle Ciervo.
La operación ha sido ordenada por el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, que está investigando un posible delito de estafa tras la querella presentada por un grupo de inversores.
La Agencia Tributaria ha detectado la existencia de más de 4.000 inversores que invirtieron unos 400 millones de euros, aunque se sospecha que puede haber mucho más en dinero negro.
Los registros se han producido después de que el antiguo abogado de Ruiz-Mateos, Joaquín Yvancos, presentara hace diez días una ampliación de la querella para denunciar el desvío de hasta 600 millones de euros a Suiza.
Según explicó el propio Yvancos en declaraciones a elEconomista, el dinero se depositó en cuentas abiertas en Ginebra de Deutsche Bank y Dresdner Bank. El encargado tanto de estas transferencias como del desvío de dinero a paraísos fiscales en el Caribe, especialmente en Belice, habría sido Alfonso Barón Rivero, sobrino del empresario, que podría ser llamado a declarar también en breve
Tanto Ruiz-Mateos como sus seis hijos varones tiene prohibido salir de España, después de que un juez de Mallorca les haya retirado el pasaporte por otra presunta estafa en la compra de unos hoteles en Mallorca al grupo Inversiones Radó.
Ruiz-Mateos culpa a Botín de todo
