BRUSELAS/BERLÍN (Reuters) - Los ministros de Finanzas de la zona euro rechazaron el lunes la oferta hecha por los tenedores privados de bonos para ayudar a reestructurar la deuda de Grecia por considerarla insuficiente, enviando a los negociadores de regreso a la mesa de trabajo y aumentando el riesgo de una suspensión de pagos de Grecia.
En una reunión en Bruselas, los ministros dijeron que no podían aceptar las demandas de los acreedores por un cupón de un cuatro por ciento en los nuevos bonos a vencimiento más largo que se espera que se emitirán a cambio de la deuda griega que ya poseen.
Los bancos y otras instituciones privadas representadas por el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés) dicen que un cupón de 4,0 por ciento es lo mínimo que puede aceptar si van a amortizar un 50 por ciento del valor nominal de la deuda que poseen.
Grecia dice que no está dispuesta a pagar un cupón de más de un 3,5 por ciento, y los ministros de Finanzas de la zona euro respaldaron efectivamente la postura del Gobierno griego en la reunión del lunes, una posición que el Fondo Monetario Internacional (FMI) también apoya.
Jean-Claude Juncker, presidente del Eurogrupo, dijo que Grecia necesita buscar un acuerdo con los tenedores privados de deuda, donde el tipo de interés de los bonos de reemplazo esté "claramente" por debajo del 4,0 por ciento.
"Los ministros pidieron a sus colegas griegos que busquen negociaciones que reduzcan los tipos de interés de los nuevos bonos por debajo del 4 por ciento para todo el periodo, lo que implica que el interés estará muy por debajo del 3,5 por ciento antes de 2020", declaró Juncker.
El objetivo de la reestructuración es reducir la deuda de Grecia en alrededor de 100.000 millones de euros, reduciéndola de su nivel actual de un 160 por ciento del PIB a un 120 por ciento antes del 2020, un nivel que responsables de la UE y el FMI creen que será más manejable para la economía griega.
Pero como Grecia no ha tenido éxito en sus esfuerzos por ordenar su déficit presupuestario, el objetivo de 2020 parece una posibilidad muy remota en el mejor de los casos.
La decisión aumenta el riesgo de que resulte imposible llegar a un acuerdo voluntario de reestructuración entre los acreedores y el Gobierno de Grecia -un resultado que tendría graves repercusiones para los mercados financieros.
Las negociaciones sobre lo que se llama la "participación del sector privado" (PSI) se han prolongado durante casi siete meses sin un avance concreto. Si no se llega a un acuerdo antes de que Atenas deba pagar 14.500 millones de deuda que expira en marzo, podría ocurrir una suspensión de pagos.
A pesar de la falta de un acuerdo, Olli Rehn, comisario europeo encargado de asuntos económicos y monetarios, dijo que espera que se logre un pacto sobre la PSI "en cuestión de días".
FONDO DE RESCATE PERMANENTE
Además de evaluar la reestructuración de la deuda de Grecia, los ministros de la zona euro discutieron la aplicación de normas presupuestarias más estrictas para los estados del bloque a través de un conjunto de normas fiscales.
Los ministros también discutieron los pasos para completar la estructura de un fondo permanente de rescate de la zona euro, el Mecanismo de Estabilidad Europea (MEE), que debe funcionar desde julio.
El MEE tendrá una capacidad de préstamo efectiva de 500.000 millones de euros y sustituirá al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), un fondo temporal que fue utilizado para rescatar a Irlanda y Portugal, y que será usado para proporcionar parte de un segundo paquete de ayuda por 130.000 millones de euros a Grecia.
Alemania ha insistido en que una vez que el MEE esté en funcionamiento, el gasto potencial combinado del FEEF y el MEE no debe superar los 500.000 millones de euros.
El primer ministro italiano, Mario Monti, y la jefa del FMI, Christine Lagarde, dijeron que es necesario aumentar el límite, posiblemente hasta 1 billón de euros, para que tenga una capacidad más que suficiente para lidiar con cualquier problema en economías grandes, como España o Italia.
El diario Financial Times informó el lunes que la canciller alemana, Angela Merkel, estaba dispuesta a aumentar el tope de la protección combinada a 750.000 millones de euros a cambio de un acuerdo sobre normas presupuestarias más estrictas para la zona euro, pero el reporte fue rechazado inmediatamente por su portavoz.
"No es cierto. No hay tal decisión ", dijo a Reuters Steffen Seibert.
Monti dijo a periodistas después de la reunión del lunes que no se logró un acuerdo sobre el MEE, que los 17 países de la zona euro deben apoyar en un nuevo tratado. Responsables afirmaron que los detalles tendrían que ser afinados en una cumbre de la UE el 30 de enero.
La situación es similar a la del nuevo conjunto de normas fiscales, que también implican un nuevo tratado que debe ser acordado por los líderes de la UE en la cumbre de la próxima semana.
"Tuvimos una reunión extremadamente constructiva sobre las normas fiscales y este texto es una buena base para las discusiones de los jefes de Gobierno a final de mes. Nuestra meta es que el tratado sea firmado a comienzos de marzo", dijo Juncker, dejando de lado las preocupaciones sobre el texto planteado por el Banco Central Europeo.
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