Después de quince años, el negocio del reciclaje de los consumibles informáticos empieza a despegar. BKTS nació en 1993 para dar servicio a aquellos que no supieran qué hacer son los cartuchos de tinta de su impresora. Pero, ¿cuánta gente entonces tendría ese problema? "Seis años después el negocio de la informática y la ofimática empezó a despegar y con ellos, nosotros también", explica Joan Sánchez, gerente de la catalana BKTS.
Después de casi quince años, Sánchez se prepara para inaugurar el segundo establecimiento de la cadena en Andalucía y abrir seis más a lo largo de 2008 en Madrid, País Vasco, dos más en Andalucía y otro en Extremadura. Hasta la fecha BKTS cuenta con 18 en toda España, aunque sólo tres son propios y el resto franquicias.
El 'reciclador' casa por casa
Después de que Fira de Barcelona ocupara los terrenos donde empezaron su negocio para construir Fira 2, Sánchez y su socio llegaron a una nave de 2.000 metros cuadrados en L'Hospitalet de Llobregat desde donde gestionan toda su empresa. "Vamos casa por casa recogiendo los consumibles agotados y luego los clasificamos por referencias", explica Sánchez.
Una vez clasificados, se venden a empresas que los tratan para que puedan ser reutilizados y que no están en España si no en Canadá, Estados Unidos, Países Bajos, Francia e Inglaterra. "Gestionamos unas 350 referencias y cuando tenemos miles, entonces las enviamos", asegura. El beneficio que gana esta pequeña empresa con cada uno de los consumibles que vende es de un euro. "En realidad es un mercado continuo y no hay precio fijado, depende de la demanda pero esto es un no parar porque hoy en día no hay sector que no esté informatizado", explica.
Extendiendo el negocio
Con una facturación de 600.000 euros anuales, BKTS trabaja con 20.000 usuarios en toda España aunque el grueso de ellos está en Barcelona, con más de 7.000 usuarios. De todos para los que trabajan, un 95 por ciento son empresas y el resto particulares. Además un 20 por ciento de su facturación viene de la administración pública. Con los nuevos establecimientos, Sánchez espera aumentar un 20 por ciento el número de usuarios que envíen sus consumibles a reciclar.
Con una plantilla de 12 personas en la central de L'Hospitalet y un parque de siete furgonetas, BKTS recibe en su sede cerca de 2.000 cartuchos cada día aunque a partir de este año esperan superar los 2.500.