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Airbus pone su A380 como vitrina para su programa de la era post-petróleo

Filton (R.Unido), 1 feb (EFECOM).- El fabricante aeronáutico europeo Airbus se sirvió hoy de su avión paradigmático de la búsqueda de eficiencia energética, el gigante A380, para el primer vuelo de prueba de un programa para la búsqueda de alternativas ante el fin anunciado de la era del petróleo.

Un A380 -la mayor aeronave comercial de la historia que en su versión estándar puede transportar a 555 pasajeros- despegó hoy de las instalaciones de Airbus en Filton, al sur del Reino Unido, en dirección a la sede de la compañía en Toulouse, al sur de Francia, para poner a prueba un combustible obtenido a partir de gas natural que puede intercambiarse por el tradicional queroseno o mezclarse.

El vuelo, de tres horas de duración, tenía la particularidad de que uno de los cuatro motores Trent 900 (fabricados por Rolls Royce) de la aeronave estaba alimentado por un tanque con once toneladas de una mezcla de queroseno con un 40% de un carburante sintético obtenido a partir de gas natural (GTL) por el grupo petrolero Shell.

Para el trayecto entre Filton y Toulouse se habían fijado varios objetivos, como poner los motores a la máxima potencia, comprobar los parámetros de los reactores a diferentes alturas u observar la respuesta al despegue y al aterrizaje. Los resultados se conocerán en un par de meses.

El test de hoy, como dijo el jefe de los equipos de prueba de Airbus, el español Fernando Alonso, "es el primer paso de un trabajo que va a durar años" porque "a largo plazo, la idea sería poder fabricar queroseno a partir de biomasa", para así reducir el balance final de emisiones de dióxido de carbono (CO2).

Porque el GTL obtenido de gas natural genera el mismo volumen de emisiones de CO2 (causantes de efecto invernadero) que el queroseno, aunque en la combustión se generan menos partículas responsables de la contaminación atmosférica local.

En cualquier caso, la principal ventaja de este carburante es que, según las primeras experiencias realizadas por los socios del proyecto (Airbus, Shell, Rolls Royce y Qatar Airways), es que es intercambiable con el queroseno, y por tanto se podría mezclar en diferentes proporciones e incluso ser sustituido totalmente.

Eso significa que constituye una respuesta a la creciente escasez de petróleo porque, como recordó el responsable de combustibles alternativos del fabricante de aviones, Sebastien Rémy, "es bastante obvio que la era del petróleo se acaba".

Buscar un sustituto al crudo es para todo el sector de la aviación, más allá de las intenciones de limitar el impacto medioambiental de esta actividad, una necesidad económica si se tiene en cuenta que el carburante representa el 40% de los costos operativos de una compañía aérea, y con tendencia a aumentar.

El interés por este proyecto de Qatar Airways, que pretende empezar a operar vuelos comerciales con combustible con una mezcla del 50% de GTL a partir del próximo año, no se limita al de una aerolínea que busca limitar la subida de los gastos de combustible.

El grupo qatarí tiene puestas grandes esperanzas en el GTL que podría ofrecer una salida comercial suplementaria a las enormes reservas de gas natural que tiene su país, y que con otros grandes productores podría ofrecer una alternativa económica al agotamiento del petróleo.

Los socios de este programa confían en que en el horizonte de 2025 un 25% del carburante de la aviación ya no sea queroseno, y que cinco años más tarde el obtenido con biomasa represente un 30%.

Alonso contó que se había elegido el A380 para este test porque tenían uno disponible para los ensayos, pero también porque con él podían demostrar que "el avión en operaciones más eficiente en términos medioambientales, lo puede ser más. EFECOM

ac/pam

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