Es el futuro de los navegadores: una línea roja virtual indica al conductor el camino al volante a través de un sistema de láser y espejos ocultos. El GPS indica el camino sin necesidad de apartar la vista y evita, por tanto, distracciones al volante.
Este avance tecnológico debería ser una ayuda, pero se está convirtiendo en un elemento más de polémica. De momento, este navegador solo está en pruebas en EEUU, pero la cuestión es la siguiente: ¿Es o no peligroso?.
Hasta el momento la normativa de tráfico no prohibe el uso de navegadores. Quizás la tecnología ha avanzado otra vez más deprisa que las leyes. Sin embargo, a pesar de que todavía no hay estudios, lo que sí existen son encuestas sobre si el navegador ayuda o por el contrario, distrae. Lo que sí es seguro y está comprobado es que, según los datos de siniestralidad, el 20 por ciento de los accidentes son por distracciones de todo tipo.
