Varsovia, 22 ene (EFECOM).- Dos tercios de polacos apoyan las protestas de médicos, enfermeras, mineros y profesores para exigir un aumento salarial, a pesar del riesgo de colapso del país si los empleados públicos comienzan una huelga, algo que parece probable tras la escalada de movilizaciones.
Según el sondeo elaborado por la empresa SMG/KRC para la televisión pública polaca, la mayoría de ciudadanos se muestra comprensiva con las protestas de los trabajadores, a pesar de que en muchos casos afectan a servicios como hospitales o escuelas.
El sondeo también indica que más de la mitad de los ciudadanos están satisfechos con cómo el ejecutivo del liberal Donald Tusk está encarando las exigencias de los empleados públicos.
La situación amenaza con estallar y colapsar Polonia, donde cada vez hay más diferencia entre los sueldos del sector público y privado.
"No es admisible que un profesor que comienza a trabajar en un colegio esté ganando sólo 1.000 zloty (algo más de 270 euros), es completamente injusto y no nos motiva para trabajar", explicó a Efe Anna Nowak, una de las docentes que se manifestó el pasado viernes por las calles de Varsovia para exigir mejoras salariales.
A las protestas de profesores se unen la de los mineros, con una huelga de hambre incluida, en un dramático intento de lograr que sus sueldos se acerquen al menos a la realidad de la nueva Polonia, donde los precios subieron en los últimos meses vertiginosamente.
Médicos y enfermeras también amenazan con unirse a la huelga como ya hicieron el pasado año, obligando a trasladar a los pacientes de hospital en hospital ante la falta de médicos.
"Un médico joven que empieza su carrera puede ganar menos por hora que una asistenta de hogar, ¿es esto admisible?", aseguró a Efe la doctora Jolanta Wlos, residente en un hospital de Varsovia.
Si estalla el conflicto laboral, el país podría quedar paralizado, aunque, según el sondeo citado hoy por la televisión pública, los trabajadores contarían con el apoyo de sus compatriotas. EFECOM
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