Madrid, 12 ene (EFECOM).- La visita a España del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, se produce en un momento de buenas oportunidades de negocio para las empresas españolas de ese país, especialmente en la construcción, la agroindustria y la automovilística.
Erdogan, que participará el 15 y el 16 de enero en la Cumbre anual de la Alianza de Civilizaciones que tendrá lugar en Madrid, también clausurará un foro comercial hispano-turco que se celebrará el lunes 14, en el que expertos de ambos países analizarán las posibilidades de inversión y las relaciones económicas.
Según un informe del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio de España, el firme apoyo que brinda este país a la incorporación de Turquía a la Unión Europea (UE) ha fortalecido las ya de por sí fluidas relaciones económicas.
Dichas relaciones se habían enfriado como consecuencia de la crisis financiera que sufrió Turquía en 2001, por la que ese país tuvo incluso que recurrir al Fondo Monetario Internacional (FMI) e introdujo un programa de ajuste fiscal y reformas estructurales de gran dureza.
Tras unos años donde los intercambios se redujeron, las exportaciones españolas a Turquía alcanzaron en 2006 los 2.785,38 millones de euros, una cifra "récord" que situó a España como décimo proveedor del país a nivel mundial.
No obstante, la balanza en los intercambios fue favorable sobre todo para Turquía, que tuvo a España como cuarto cliente al exportarle ese año mercancías por valor de 3.563,45 millones de euros.
Según los últimos datos disponibles, en los diez primeros meses de 2007 España exportó a la república turca productos por valor de 2.369,32 millones de euros, mientras que Turquía le vendió bienes por valor de 3.567,55 millones.
La recuperación económica de Turquía, asegura Industria, ofrece "crecientes" oportunidades de negocio para las compañías españolas, especialmente en el sector de la construcción, la industria auxiliar del automóvil, la agroindustria y el turismo.
Al margen de estas áreas, también hay nichos de negocio para grandes inversores en banca y energía, que pueden beneficiarse de los cambios legislativos que ofrecen más seguridad jurídica al inversor foráneo.
Además, la dinámica privatizadora del Gobierno de Erdogan ofrece "interesantes" oportunidades en los sectores financiero, de telecomunicaciones y portuario.
A pesar de la fluidez de los intercambios comerciales, Industria advierte de que el punto "más débil" en la relaciones económicas radica en las inversiones, ya que España se ha centrado tradicionalmente en Latinoamérica y la UE y ha dejado al margen el potencial de Turquía, un país tradicionalmente inestable que comienza a superar sus debilidades.
En los diez primeros meses de 2007 las inversiones españolas netas en Turquía se centraron en actividades inmobiliarias y alcanzaron los 758,40 millones de euros, mientras que las turcas en España fueron de 67,76 en ese periodo.
Turquía, con una población de más de 71 millones de personas, experimentó un crecimiento económico del 6,1 por ciento en 2006 y del 2 por ciento en el tercer trimestre de 2007 por la crisis electoral que sufrió en abril el país. EFECOM
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