Madrid, 10 ene (EFECOM).- La expansión de franquicias en España está comiendo terreno a los típicos bares que necesitan renovarse y especializar su mano de obra con más de 30.000 profesionales, informó hoy la Unión de Trabajadores y Pequeños Autónomos (UPTA).
Según esta organización, la hostelería en España está pasando por "momentos agridulces", ya que a la necesidad de renovación de espacios se une la falta de mano de obra especializada, difícil de contratar debido, en parte, a los largos horarios laborales.
No hace muchos años, nuestros municipios se medían por el número de bares que albergaban, y así nos encontramos hoy con un censo de 125 habitantes por cada bar abierto en España, explica UPTA.
Sin embargo, cada vez son menos los bares que resisten al paso del tiempo sin una reconversión, que en la mayoría de los casos pasa por el intento de relevo generacional y por una inversión imposible en muchos casos.
Según el director del Departamento de Política Sectorial de UPTA España, César García, las inversiones que los autónomos tienen que acometer son tan desproporcionadas "que en la mayoría de los casos optan por apurar su vida laboral con la reforma que hicieron en los 80, salvando dignamente la situación en espera de su jubilación".
Estos establecimientos trabajan una media de 17 horas diarias, y la prueba de ello, añade García, "es que a mi, me sirve la misma persona el café de la mañana que la caña de después de terminar mi jornada laboral".
Para César García "es posible que el relevo generacional no tenga una solución a corto plazo, pero se deben incentivar ayudas y subvenciones para los establecimientos hosteleros, excluidos normalmente de las líneas de ayuda de las Comunidades Autónomas y de los programas de fomento de empleo.
Por otra parte, da la sensación que la profesión de camarero o barman no goza de la valoración merecida, y esto se ve en los salarios y en la falta de más de 30.000 profesionales necesarios para hacer frente a la oferta de empleo, cubierta en la mayoría de los casos por nuevos residentes en España que aceptan estos trabajos como entrada al mercado laboral, aunque carezcan de la formación adecuada.
En ese sentido, "se debería fomentar la colaboración entre Gobiernos al objeto de diseñar programas de formación para profesionales en sus países de origen"añade García. EFECOM
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