
Luis del Rivero ha dicho no a las cajas de ahorros -representadas por José María Castellano y Rodrigo Rato- así como los mayores accionistas de la constructora -Demetrio Carceller y Juan Abelló- que le han planteado retomar la "paz accionarial" con Repsol y que diseñía un plan de pagos de su deuda de casi 5.000 millones.
En el encuentro se había llegado incluso a plantear la salida del propio Del Rivero del consejo de la petrolera, algo que podría llegar a tratarse en la reunión de la constructora prevista para esta mañana.
La preocupación
Las cajas están preocupadas por la evolución de su participación en la constructora, por los dividendos así como por el efectivo aportado al crédito sindicado para desembarcar en Repsol -en el caso de Bankia, 933 millones- y temen que una lucha desaforada pueda ahogar financieramente a la constructora y provocar pérdidas millonarias a estas entidades en un momento muy complicado.
Por ese motivo, todas las entidades (NovaCaixaGalicia, Unicaja, Caja Murcia y Bankia) que agrupan una participación del 12,3%, han sellado un compromiso de sindicación de voto para ir juntas en esta batalla, tal y como han indicado fuentes del sector, con el objetivo básico de recuperar su dinero.
No se trata de un nuevo documento, sino de un pacto para fijar su posición en esta contienda, tal y como se prevé en los acuerdos.
Estas entidades consideran "muy conveniente" para la correcta evolución de Sacyr y de su valor que el grupo "desarrolle su actividad en un contexto de concordia y entendimiento, en el que las decisiones se tomen por acuerdo de los socios y que reine la paz accionarial" .
Para ello, según fuentes consultadas por este diario, se había llegado incluso a plantear el escenario de una salida de Luis del Rivero del consejo de administración de Repsol, un asunto sobre el que Sacyr no quiso hacer declaraciones.
Las cajas y los mayores accionistas le habían solicitado que diseñe un "plan de pagos" de la deuda, que pasaría por desprenderse de un 5 por ciento del capital de Repsol para lograr cerca de 1.500 millones de e uros, y romper el pacto con Pemex.
Esta cantidad podría servir para reducir el crédito del que ya han mostrado su intención de irse Citi, con 1.154 millones, más los bancos portugueses, que suman unos 400 millones.
A cierre del primer semestre del año, Sacyr sumaba un endeudamiento neto de 11.194 millones. De este importe, 4.900 millones corresponden al saldo del crédito para entrar en Repsol y que el grupo busca refinanciar antes de que venza el próximo 21 de diciembre.
Los bancos han exigido a Sacyr que demuestre control sobre la petrolera para poder refinanciar el crédito, ya que los intereses del mismo dependen del dividendo de la compañía. También le reclaman garantías adicionales.