
Bruno Rain, director general del grupo de bebidas francés Pernod Ricard, es un perfecto conocedor del mercado español. Entre los años 2000 y 2006 fue consejero delegado de la filial en nuestro país, desde donde orquestó la integración a nivel nacional de la antigua Allied Domecq, cuya compra convirtió a la multinacional en la segunda empresa de espirituosos del mundo, por detrás sólo de Diageo, pero pisándole ya los talones.
Propietaria de marcas como la ginebra Beefeater, el ron Havana Club, el vodka Absolut o el whisky Ballantine's, el grupo está sufriendo ahora especialmente en el mercado español y no oculta su preocupación ante una posible subida de impuestos especiales por parte del Gobierno.
Pernod Ricard ha elevado las ventas en el último año del 7%, pese a la caída del 5% en España. ¿Cuáles son las previsiones ahora?
Similares a lo que hemos visto este año. Los mercados maduros, especialmente en Europa y Norteamérica, seguirán más o menos estancados. En cambio, se podrían registrar crecimientos de entre el 25 y el 30 por ciento en los países del Este, como Polonia o Ucrania, y Sudamérica, especialmente en casos como el de Brasil.
¿Se estudiarán compras?
Es posible que se haga alguna pequeña adquisición en los mercados emergentes. Pero no será nunca una operación estratégica. Eso es algo que no contemplamos en este momento en ningún caso. Nuestra máxima prioridad es rebajar la deuda. Actualmente, nuestros compromisos financieros equivalen a 4,4 veces el ebitda, y la idea es que el ratio se vaya reduciendo de forma progresiva hasta más o menos 3 veces ebtida. Con eso nos sentiríamos cómodos.
El Gobierno español se está planteando una subida a los impuestos especiales que gravan el alcohol y el tabaco. ¿Cuál es su opinión?
Bueno, la subida de impuestos es una decisión que corresponde al Gobierno. Pero está claro que llevar a cabo un incremento de la carga fiscal en un mercado que está bajando no es una buena idea. Es un riesgo para el Estado porque tras la subida de los impuestos habrá lógicamente un incremento sobre los precios. Y el problema es que eso mermará la capacidad de compra del consumidor y, al final, caerán las ventas y, consecuentemente, disminuirá la recaudación.
¿Considera justa la carga fiscal que soporta el alcohol de alta graduación frente a otras bebidas?
Desde luego no es equitativo. Actualmente, el 40 por ciento del precio de una botella de alcohol corresponde a impuestos. Y la cuestión es que la cerveza está pagando la mitad y el vino está exento. En cualquier caso, insisto en que el nivel de impuestos al alcohol en España está ahora en línea con el resto de Europa y es alto en relación con el poder adquisitivo de los consumidores.
¿Están consiguiendo sortear la crisis en el mercado español mejor o peor que el resto?
Desde luego los resultados demuestran que lo estamos haciendo mejor que el resto del mercado. Hay competidores que han sufrido bastante más que nosotros. Eso demuestra que hacemos las cosas bien. Tenemos un gran equipo directivo y a un equipo de trabajadores muy comprometido. Eso, además por supuesto, de un gran portfolio de marcas. Y todo sin tener que entrar en una guerra de precios, sino consiguiendo atraer a los clientes por el valor de las marcas.
Hay empresas, como Diageo, que se han visto obligadas a recortar plantilla. ¿Está pensando Pernod Ricard en algún tipo de reestructuración?
No se ha planteado en ningún momento un recorte de plantilla. Creo que se trata de una medida cortoplacista. Lo que hay que hacer, insisto, es seguir generando valor para las marcas y atraer a los consumidores.
Por primera vez, está creciendo en el sector la marca blanca. ¿Les hace realmente daño?
Sí, evidentemente. La marca blanca nos hace daño porque debido a la caía del poder adquisitivo de los consumidores la gente sale cada vez menos y compra más en las grandes superficies. En España, la marca blanca en alcohol no ha crecido tanto, pero en otros países como Francia o Reino Unido sí. Por todo ello estamos apoyando de forma permanente a la hostelería con todo tipo de actividades y eventos, para recuperar el valor de las enseñas, que no tienen las marcas blancas.
¿Han notado una mejoría en verano tras el repunte del turismo?
Todavía es muy pronto para saberlo. El efecto además no es inmediato sobre nuestras cuentas porque los pedidos llegan más tarde. De todos modos, España necesita más industria y reducir su dependencia del turismo.