BERLÍN (Reuters) - Las prostitutas de la ciudad alemana de Bonn tienen que llevar un resguardo adquirido en una nueva máquina tipo parquímetro mientras trabajan en las calles o hacer frente a grandes multas de las autoridades tributarias, según un plan puesto en marcha el lunes por la noche.
En Alemania, las mujeres de la noche pagan impuestos, cuyo nivel varía entre regiones, pero es difícil recaudarlos con las mujeres haciendo negocio en la calle.
Los primeros "controladores de impuestos sobre el sexo" de Alemania, en los que las prostitutas pueden obtener un resguardo que cuesta seis euros por noche, asegurarán que el sistema impositivo se implemente de forma justa, afirmó una portavoz de la ciudad.
"Los inspectores podrán vigilar su cumplimiento, no cada noche pero con frecuencia", dijo la portavoz a Reuters.
Si se las descubre sin un resguardo válido, primero serán amonestadas verbalmente, después tendrían que enfrentarse a una multa y finalmente incluso a la prohibición de ejercer.
Cerca de 200 prostitutas trabajan en Bonn. Debido a las protestas de los residentes, las autoridades de la ciudad han limitado a algunos sectores específicos los lugares en que se puede ejercer la prostitución.
Pero los críticos aducen que eso ha facilitado a las prostitutas el ejercicio de su oficio. La ciudad ha establecido lo que las autoridades denominan "áreas de consumación", aparcamientos de madera en los que los clientes puede llegar con sus coches y retirarse con prostitutas.
