Río de Janeiro, 13 dic (EFECOM).- La decisión del Senado brasileño de derrumbar el impuesto sobre los cheques puede atrasar la concesión a Brasil del llamado "grado de inversión" por parte de las agencias de calificación de riesgo, advirtió hoy la consultora Austin Rating.
La extinción del impuesto "puede comprometer la capacidad de pago del Gobierno y, por lo tanto, afecta negativamente las perspectivas de una posible alteración en la nota de riesgo soberano, incluso atrasando las perspectivas de que se alcance el grado de inversión", afirmó el economista jefe de Austin Rating, Alex Agostini, en una nota divulgada por la filial de la consultora en el país.
La llamada Contribución Provisional sobre los Movimientos Financieros (CPMF) dejará de regir el 31 de diciembre próximo debido a que el pleno del Senado, en una votación que concluyó en la madrugada de este jueves, se abstuvo de prorrogar su vigencia.
La extinción del tributo es considerada como la mayor derrota legislativa sufrida hasta ahora por el Gobierno desde que el socialista Luiz Inácio Lula da Silva está en la Presidencia, en enero de 2003.
El impuesto sobre los cheques le permitía al Gobierno una recaudación anual de cerca de 40.000 millones de reales (unos 22.471,9 millones de dólares) y su prorroga era considerada vital para el Ejecutivo por el propio Lula.
El temor de los analistas es que, sin esos recursos y con la necesidad de financiar sus gastos, el Gobierno opte por reducir su meta para el superávit primario y flexibilice la política fiscal.
Pese a que Brasil ya no somete sus cuentas al Fondo Monetario Internacional (FMI), el gobierno de Lula se comprometió a seguir cumpliendo metas de superávit fiscal, que para esta año fue fijada en el 4,25 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB).
Según el economista jefe de Austin Rating, pese a que el Gobierno ha mantenido firme su política fiscal, el aumento de los gastos lo convirtió en un dependiente del impuesto sobre los cheques, un tributo que fue creado provisionalmente por el gobierno de Fernando Henrique Cardoso (1995-2002) para hacer frente a una crisis financiera.
Para la consultora, la posibilidad de que el Gobierno se vea obligado a flexibilizar su política fiscal para sustentar sus gastos puede afectar la credibilidad del país ante las agencias de calificación de riesgo, que venían elevando la nota del país hasta niveles muy próximos al ansiado "grado de inversión".
Dicha calificación es concedida a los países que merecen total confianza de los inversores con respecto al pago de su deuda.
El "grado de inversión" permite que un emisor obtenga mejores condiciones crediticias en los mercados externos, al tiempo que le abre las puertas a muchos fondos de inversión que por sus estatutos solo pueden invertir en títulos que no sean especulativos. EFECOM
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