
Las sombra de Microgénesis se extiende hasta Arteria. La compañía que el juez Pablo Ruz sitúa en la cúpula de la trama de desvíos de fondos de la SGAE también realizó trabajos para el holding inmobiliario por los que Teddy Bautista les obligó a pagar unos honorarios de 107.000 euros y una mensualidad fija. En 2009, el ex presidente de la entidad gestión quiso poner en marcha en Arteria el programa Teseo, desarrollado por la empresa que creó Jose Neri, imputado en la operación Saga, y cuya efectividad todavía está muy cuestionada entre los trabajadores y el propio juez.
Finalmente, el programa no se instaló en Arteria en 2009 por sus fallos y por la oposición del por aquel entonces director del holding, Ramiro Osorio. Pese a que no entrara en funcionamiento, Bautista obligó a Arteria a pagar los honorarios de 107.000 euros a Neri y la mensualidad correspondiente.
Esta decisión le supuso un enfrentamiento con Osorio, también ex ministro de cultura de Colombia, que se negó a pagarlo puesto que el programa no funcionaba, según informan fuentes cercanas al ex director. Esta discusión fue uno de los detonantes que llevó a Ramiro Osorio a dejar precipitadamente la dirección de Arteria.
Otro de los motivos que empujó a Osorio a dejar la entidad en abril de 2010 fueron sus constantes enfrentamientos con Luis Alvarez, actual director general de la entidad.
Según informan fuentes cercanas a la entidad, Osorio y Alvarez, mano derecha de Teddy en el holding que presidía, chocaron e frente con los presupuestos de 2010. El ex ministro colombiano presentó unos en los que había perdidas y el actual director otros más optimistas. Finalmente fueron aprobados estos últimos, algo que no le gusto nada a Osorio que se fue de la entidad asegurando que él "no iba a ser la comparsa de nadie".
Teseo, el programa desarrollado por Microgénesis, está en el punto de mira tanto de los trabajadores como del auto escrito por el juez Pablo Ruz.
La SGAE encargó hace casi diez años el desarrollo de un sistema informático para facilitar la identificación de los derechos cobrados por obras sin autor reconocido o no registradas. Según el auto de la operación Saga, la entidad de gestión pagó a la consultar Arthur d Littel, también vinculada con microgénesis más 400.000 euros por el desarrollo del proyecto Teseo que se iba a implantar en Portal Latino sin que "fuese viable al menos en aquellos momentos iniciales". El programa se empezó a implantar en la SGAE en 2003 con un plazo de migración de 3 años que no se ha cumplido. En 2010 todavía continuaban los procesos de cambio. Desde que este proyecto entró en la entidad los trabajadores criticaron su mal funcionamiento.
Aunque Bautista desoyó las críticas a Teseo, creado para optimizar los repartos de los derechos entre los autores, alegando que los empleados tenían miedo de ser despedidos, lo cierto es que desde su llegada se han multiplicado por 2,7 los ingresos por derechos sin autor reconocido que se queda la SGAE.
Estos ingresos, que en el año 2000 eran de 6,5 millones de euros y en 2010 alcanzaron los 20,7 millones, se usan en parte para financiar las obras de Arteria (las compra de teatros). En concreto, supone caso el 50 por ciento de su presupuesto anual.
La SGAE cobra los derechos de una obra con o sin permiso del autor. En el caso de las obras que no tengan autor reconocido, los ingresos por su canon quedan en manos de la SGAE siempre y cuando hayan pasado cinco años de media sin que nadie los reclamen.