Empresas y finanzas

Caso Miralles: Zoilo Ruiz-Mateos deriva responsabilidades en su padre

Zoilo Ruiz-Mateos saliendo de los juzgados de Palma. Foto: Efe

El consejero de administración de Nueva Rumasa y uno de los imputados por la presunta estafa de 13,9 millones de euros a Inversiones Grupo Miralles (IGM) ha asegurado ante el tribunal que fue su padre quien llevó a cabo todas las negociaciones y que fue la crisis la que impidió que se efectuaran los pagos a la firma.

El patriarca del holding era quien "tomaba las decisiones", aseveró Zoilo Ruiz-Mateos, quien insistió en que desconocía los términos concretos del contrato suscrito en julio de 2006 para proceder a la compraventa.

Durante su declaración ante la magistrada del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma, Raquel Crespo, el directivo ha añadido que su intervención fue la misma que la de sus cinco hermanos y subrayó que "el tema financiero de los bancos nos ha hecho mucho daño".

Para esta jornada estaba citado el propio Jose María Ruiz-Mateos, pero no ha comparecido después de que su abogado, Ignacio Peláez, haya presentado un escrito en el que ha alegado enfermedad -unas fiebres le mantienen indispuesto en su domicilio, según el parte médico aportado ante el Juzgado-.

El origen de la querella

Y es que la jueza le había emplazado a declarar a raíz de la querella interpuesta por el Grupo Miralles, representado por la letrada Isabel Fluxà, contra el empresario gaditano y sus seis hijos varones por un presunto delito de estafa en la compraventa, formalizada por 23,6 millones de euros. Una cantidad de la que fueron abonados 789.028 euros mientras que se acordó el pago aplazado de 22,8 millones a través de pagarés con vencimientos mensuales y con la garantía de la empresa Montumo y los avales personales de Ruiz-Mateos y todos sus hijos varones.

Así reza la querella de IGM, que denuncia que todos ellos "avalaron con evidente mala fe" ya que ninguno de ellos "tenía ni tiene activo alguno a su nombre, al menos en España", al tiempo que asevera que los pagos se fueron abonando hasta que fueron interrumpidos en el verano de 2010.

En este sentido, Zoilo ha recalcado que desde principios de la operación el propietario de IGM, Francisco Miralles, "sabía que no teníamos nada a nuestro nombre". "Hemos sido muy claros en este aspecto con él", ha incidido el hijo de Ruiz-Mateos.

Los avales

De hecho, el imputado ha indicado que fue el propio Miralles quien pidió que el declarante y sus hermanos fuesen avalistas y que tras ello el querellante "no pidió ninguna relación de bienes o patrimonio de todos ellos como personas físicas". En cualquier caso, el declarante ha manifestado que "la voluntad de cumplimiento siempre ha existido", recalcando que "al inicio del contrato e incluso ahora tenemos voluntad de pagar".

En su comparecencia, que se ha prolongado por espacio de dos horas, ha recordado que las condiciones de pago eran 116 pagarés y ha apuntado que, tras ser sustituido el aval de Montumo por el de la empresa Clesa, ha precisado que en esa época ésta tenía problemas de liquidez "pero no de solvencia" y por tanto "no estaba al borde de la quiebra".

Es más, ha apuntado que un día antes del concurso voluntario de Clesa -"no sabíamos que la empresa iba a acabar en esa situación"- remitió una carta de apoyo a Miralles en la que les ofrecía su ayuda y la compra de una clínica que posee en Palma.

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