Empresas y finanzas

La retirada de Atento es la quinta que digieren las bolsas en apenas un mes

El pasado viernes, los estrategas de Telefónica midieron las fuerzas propias y las del entorno para suspender la salida a bolsa de Atento. Visto el sombrío panorama que se dibuja en el horizonte de las bolsas, haberse obcecado en pisar el parqué podría haber acabado en patinazo.

No fue así y las lecturas de lo sucedido no deben ceñirse al éxito o al fracaso. Los buenos marinos también retrasan ponerse al viento cuando barruntan tempestades.

Lo de Atento no fue un caso aislado, ni mucho menos. De hecho, en apenas tres semanas se han cancelado otras cuatro opv por la inestabilidad de los mercados.

Basta con remontarse al pasado 26 de mayo para ver cómo el distribuidor de componentes de automoción Rhiag, llamado a protagonizar la primera opv en la bolsa de Milán de este año, desistió dejando sus proyectos en papel mojado. Los argumentos esgrimidos por la italiana pueden ponerse en boca de otras muchas empresas: "Las condiciones adversas de los mercados financieros durante el período de la oferta no han permitido una valoración adecuada de la compañía", explicaron fuentes de Rhiag.

Hasta que mejoren

El pasado 6 de junio el fabricante de moda francés Moncler aplazó sine die su salida a bolsa cuando tenía todo listo y dispuesto para empezar a cotizar. "Será en otra ocasión, cuando las circunstancias resulten más propicias", dijeron.

Justo un día después, el pasado 7 de junio, el proveedor tejano de telecomunicaciones Sabre Industries aparcó su salida a bolsa por los motivos ya aludidos. Mientras tanto, como si tal cosa, la firma continuará fabricando torretas para antenas de telefonía en los EEUU.

La minera australiana Resourcehouse cambió de opinión el pasado 9 de junio y enterró sus ansias de financiación bursátil antes de darse de bruces con el fracaso.

Con anterioridad, el 15 de febrero, la biotecnológica italosuiza Philogen, llamada a protagonizar la primera opv del año, replegó velas y puso rumbo a puerto dejando su opv en el aire. Pero sus intenciones quedaron en nada en cuanto el mercado se complicó y no tuvo reparos en volver a dar marcha atrás, como ya hizo en 2008.

El caso es que, sólo en el último año, ya se han cancelado 15 salidas a bolsa en Europa , según apunta Ep, en su práctica totalidad por la caída del precio de las acciones, en muchos casos por debajo del valor de la oferta. Según Bloomberg, en la última década, sólo en China, se han frustrado 167 ofertas públicas de venta mientras que en Australia quedaron el camino otras 91.

Caídas en el sector

Ponerse en los zapatos de otras empresas del sector también ayuda a tomar grandes decisiones. Teleperformance, líder del negocio de contact center, se ha desplomado el 14,8% desde el pasado 8 de abril, fecha en la que Telefónica confirmó la salida a bolsa de su filial. Parecida suerte golpeó a otras comparables de Atento, como Contax, Convergys y TeleTech, con caídas del 12,1%, 11,1% y 8,5%, respectivamente.

En el caso de España, fiel reflejo de lo que ocurre en la economía global, el ambiente cauteloso y cortoplacista enfrió los ánimos de los inversores, poco dispuestos a aventurarse en tiempos revueltos. Posiblemente, la historia de la salida a bolsa de Atento hubiera tenido un final diferente si el grupo de atención al cliente hubiera salido a cotizar en el mercado brasileño, plaza donde goza de extraordinario predicamento.

Visto lo visto, Telefónica no tiene prisa por vender Atento, nunca la tuvo, ya que lleva esperando más de tres años el momento propicio para comenzar a desinvertir en una empresa que no forma parte de su core business. Mientras cambian los vientos, la filial seguirá trabajando como hasta ahora, con crecimientos de dos dígitos en sus principales magnitudes.

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