
A mediados de abril, una comisión del Senado de Estados Unidos acusó a Goldman Sachs de engañar a sus clientes a quienes vendió productos derivados vinculados a hipotecas basura. El banco considera que la comisión ha exagerado sus denuncias y estudia acusarle de haber realizado un "análisis incompleto", según publica este lunes The Wall Street Journal.
El senador demócrata Carl Levin, que ha encabezado la investigación de dos años, fue el encargado de presentar las conclusiones del informe, que apuntan a que los directivos de la entidad pudieron haber ocultado información a sus inversores y haber llevado a cabo prácticas de riesgo sin ningún tipo de supervisión.
Ahora los ejecutivos del banco de inversiones, según el diario financiero neoyorquino, planean responder a lo que consideran un "análisis incompleto" del Subcomité Permanente de Investigaciones del Senado haciendo públicos documentos de aquella época sobre sus apuestas hipotecarias que demostrarían que las operaciones no fueron fraudulentas.
Goldman Sachs todavía no ha decidido si hará públicos los documentos en su página web en los próximos días, según el periódico. Pero los responsables del banco están dispuesto a usarlos para defenderse de las acusaciones.
El senador al frente del subcomité, el demócrata Carl Levin, quiere que la Fiscalía cite a los máximos ejecutivos del banco por un posible delito de perjurio por haber testificado en el Congreso que no apostaron contra los intereses de sus clientes.
De hecho, el fiscal de Manhattan, Cyrus Vance, citó la semana pasada a Goldman Sachs para recabar más información sobre su actuación durante la crisis financiera y pidió al banco más datos sobre los títulos de deuda respaldados por otros activos (Colletarized Debt Obligation, CDO), que manejaban y que aparecen mencionados en el informe del subcomité.
En los últimos meses Goldman Sachs ha revisado con lupa todas las transacciones hipotecarias que realizó el banco durante 2007.
Al término del proceso de revisión, los ejecutivos del banco están dispuestos a ser más "duros" al responder a algunas de las críticas del subcomité, señala The Wall Street Journal.