
La aerolínea irlandesa de bajo coste obtuvo un beneficio neto de 401 millones de euros en su año fiscal, que finalizó el pasado mes de marzo, lo que representa un incremento del 26% con respecto al ejercicio anterior.
El número de pasajeros transportados en este periodo se elevó el 8%, hasta los 72 millones, cifra que la afianza como la aerolínea líder en Europa del sector de vuelos económicos.
En total, Ryanair ingresó 3.600 millones de euros, un 21% más, a pesar de que las condiciones del mercado estuvieron marcadas por los cierres del espacio aéreo el pasado año por la erupción del volcán islandés y los temporales de nieve. Como consecuencia, el precio medio del billete de avión se encareció el 12%.
Una gran parte de los ingresos totales, hasta el 22%, proviene de las ventas efectuadas a bordo de los aviones y de otros servicios ofrecidos por la compañía, como el alquiler de vehículos o las reservas de alojamiento.
Protegidos del alza del crudo
Aunque la factura por el combustible también subió un 37%, la aerolínea destacó que no se verá afectada a largo plazo gracias a su "estrategia" de protegerse con una "cobertura frente al coste del petróleo".
Así, el 90 % del combustible que necesitan sus aviones para el siguiente ejercicio fiscal se ha comprado ya a 82 dólares el barril, un precio "significativamente más bajo" que las facturas actuales.
Respecto a las perspectivas económicas, Ryanair predijo un crecimiento del 10% de su tráfico de pasajeros durante los seis primeros meses del año fiscal, mientras que en la segunda mitad éste podría caer un 4%.
En este contexto, la compañía confía en obtener durante 2012 unos beneficios "similares a los logrados durante el pasado ejercicio fiscal".