Ginebra, 7 nov (EFECOM).- El actor y activista por la conservación de los océanos, Ted Danson, se reunió hoy con el director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Pascal Lamy, con el fin de presionar para que se eliminen los subsidios a la pesca en el marco de las negociaciones de la Ronda de Doha.
Danson, miembro de la ONG Oceana que lidera la lucha contra los subsidios y la sobre pesca, mantuvo también un encuentro con los negociadores comerciales y diplomáticos de varios países involucrados en las negociaciones sobre las ayudas a la pesca.
"Ha sido un encuentro esperanzador pero realista", dijo a Efe Danson tres su reunión con Lamy, y recordó que el 75 por ciento de la pesca mundial estás en peligro por la sobreexplotación.
El actor, conocido por su papel del barman Sam Malone en la serie "Cheers", estuvo acompañado por el pez "Finley", la emblemática mascota de Oceana que trata de sensibilizar sobre el peligro de desaparición de muchas especies por la pesca excesiva y destructiva.
Las negociaciones sobre las ayudas a la pesca forman parte de la Ronda de Doha o del Desarrollo, y en ellas actualmente Brasil y Argentina defienden la postura de que las naciones emergentes puedan mantener ciertos subsidios a la pesca, lo que rechazan los países desarrollados.
El pasado mes, Indonesia se sumó a esa posición y presentó hoy una segunda revisión de su propuesta en la que defendía los subsidios para los emergentes en determinados casos.
Según datos de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el 75 por ciento de la pesca mundial está en peligro por sobreexplotación.
Según un nuevo informe de científicos y economistas de la Universidad de Columbia británica, los subsidios globales a la pesca ascienden a entre 30.000 y 34.000 millones de dólares al año.
Estas ingentes ayudas han contribuido a producir una flota pesquera mundial que es un 250 por ciento mayor de la que se necesita para una pesca sostenible, afirma Oceana.
Las ayudas para promover la capacidad pesquera se concentran en relativamente pocos países y los que están en vías de desarrollo se ven particularmente afectados porque no pueden competir con flotas comerciales subsidiadas de aguas lejanas.
Oceana recuerda que cerca de mil millones de personas dependen del pescado como su primera fuente de proteínas y que las actividades pesqueras son el sustento de millones de personas en las comunidades costeras. EFECOM
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(con fotografía)