Barcelona, 27 oct (EFECOM).- La Generalitat concedió en julio de 2005 un crédito por valor de tres millones de euros a Construcciones Mecánicas Marés para consolidar su reestructuración y facilitar la recompra a la familia Marés, socios históricos, del 49,5%, de la participación accionarial que mantenía la administración.
Pese a estas ayudas, Construcciones Mecánicas Marés, ubicada en la localidad de Montcada i Reixac (Barcelona), presentó la semana pasada concurso de acreedores -antigua suspensión de pagos- ante el Juzgado Mercantil número 4 de Barcelona.
Según indican los acuerdos de gobierno de la Generalitat a los que ha tenido acceso Efe, dicha participación pertenecía a la Empresa de Promoción y Localización Industrial de Cataluña (Eplicsa), el "holding" público industrial de la administración catalana, y la operación de venta de las acciones se realizó por un importe cercano a los 400.000 euros.
El objetivo de este crédito, concedido a través del Instituto Catalán de Finanzas (ICF), era "dar una dimensión europea a la empresa y mantener la presencia catalana en el mercado de los grandes moldes para el sector de la automoción".
En 2003, la empresa de moldes ya recibió una inyección económica de 1,2 millones de euros por parte de Eplicsa y otro crédito del ICF por la misma cantidad que debía permitir dar un gran salto adelante y ampliar la capacidad de producción.
Fuentes del sector han asegurado a Efe que la dirección de Marés ha negociado en los últimos meses con dos posibles compradores -un grupo gallego y otro catalán-, sin lograr ningún acuerdo.
Según ha explicado uno de los miembros del comité de empresa Jordi Rossich los 85 trabajadores de Marés llevan mucho tiempo reclamando reuniones con la dirección para conocer el futuro de la factoría, sin obtener respuesta.
La plantilla sí mantuvo una reunión con la directora general de Eplicsa, Maria del Mar Isla, quien les apuntó que el papel del "holding" público en Marés se limitaba en la actualidad al de "principal acreedor".
Construcciones Mecánicas Marés, que ocupa unos 8.000 metros cuadrados en el polígono industrial La Ferreria de Montcada i Reixac -una superficie que los sindicatos afirman que ya ha sido vendida-, fabrica moldes para inyección de plástico y tiene como principales clientes a empresas automovilísticas como Nissan, Seat, Ford y Volkswagen.
Los trabajadores de la factoría se declararon en huelga el pasado 3 de octubre y, según Rossich, desde hace semanas la plantilla apenas tiene carga de trabajo.
"Tenemos tres moldes para hacer entre 85 personas", ha declarado Rossich, quien también ha asegurado que, a pesar de que la empresa defienda que está al día con los empleados, "las nóminas las pagan los clientes" para asegurarse el cumplimiento del contrato.
Esta situación no es nueva para el fabricante de moldes mecánicos para el automóvil, puesto que en 2005, cuando la empresa disponía de 150 empleados, ya presentó un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para recortar gastos.
Los sindicatos han explicado que desde hace cuatro años la plantilla cobra tarde y de manera fraccionada, y han denunciado que la maquinaria está embargada por la Seguridad Social.
Por su parte, Eplicsa cuenta con una docena de empresas participadas, entre las que destacan el grupo siderometalúrgico Comforsa y la sociedad de tintados Fibracolor.
En 2006, el "holding" público catalán, adscrito al departamento de Innovación, Universidades y Empresa, también realizó una desinversión similar en la firma de curtido de pieles Adobinve. EFECOM
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