Río de Janeiro, 25 oct (EFECOM).- El Banco Central de Brasil teme que la fuerte demanda de bienes y servicios en la economía brasileña acelere la inflación, según el acta de la última reunión de su Comité de Política Monetaria, que la semana pasada frenó un largo proceso de recortes en los tipos de interés.
El acta, que sirve como un retrato actual de la economía brasileña, fue divulgada hoy y en ella el Comité explica sus razones para haber decidido el 17 de octubre por unanimidad mantener la tasa mínima referencial en 11,25 por ciento anual.
El organismo detuvo así un ciclo gradual de 18 recortes consecutivos de las tasas de interés.
En el documento, el organismo indica que mantendrá la prudencia en los próximos meses, lo que lleva a la mayoría de los analistas a apostar en que la tasa mínima de mantendrá en el mediano plazo.
"El Copom continuará conduciendo sus acciones de forma de asegurar que las ganancias obtenidas en el combate a la inflación en años recientes sean permanentes", señala el acta.
Reafirma que el banco continuará siguiendo "atentamente" la trayectoria de la inflación y adecuando prontamente su política monetaria a las circunstancias.
Esa tasa mínima, llamada Selic, es la principal arma de la política monetaria para mantener a raya la inflación, un fantasma que permanentemente asusta a los brasileños.
La Selic sirve de referencia para operaciones de crédito público y pago de intereses de deuda y es la segunda más alta del mundo en términos nominales y reales (descontada la inflación).
Pero está muy lejos de los intereses efectivos que pagan los endeudados consumidores brasileños y que superan el 130 anual en préstamos corrientes y el 250 por ciento anual para financiamiento con tarjetas de crédito.
"El Copom evalúa que se elevó la probabilidad de que las presiones inflacionarias inicialmente localizadas presenten riesgos para la trayectoria de la inflación doméstica", señaló el acta.
"El calentamiento de la demanda" puede provocar que las presiones de precios ya vistas al por mayor sean transferidas a los precios finales pagados por los consumidores, agregó.
El documento relata incertidumbres en el mercado y en el crecimiento de la demanda y la oferta, lo que justifica "hacer una pausa en el proceso de flexibilización de la política monetaria".
El índice de inflación al consumidor se aceleró el 0,47 por ciento en agosto, contra 0,24 por ciento en julio.
En septiembre amainó para 0,18 por ciento y acumuló así un 2,99 por ciento en los primeros nueve meses de 2007, contra 2,00 por ciento en igual período de 2006, destacó el acta.
En los 12 meses concluidos en septiembre la inflación alcanzó 4,15 por ciento, nivel superior al 3,70 por ciento registrado en el año terminado en septiembre de 2006, agrega.
Entre los factores que presionan la inflación en Brasil el Copom señaló el alto precio internacional del petróleo una "fuente sistemática de incertidumbre", debido a "cambios estructurales en el mercado energético mundial y tensiones geopolíticas".
El organismo también destacó los altos precios de las materias primas básicas y alimentos, una tendencia que ha dificultado a diversos bancos centrales del mundo controlar la inflación.EFECOM
ol/jla
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