El consejo de administración de Cortefiel parece ajeno a los graves problemas que ha atravesado el grupo en los últimos dos años. La compañía ha reducido su plantilla en este periodo en casi 2.000 personas tras el cierre de Milano, la venta de tiendas, la externalización de la producción y los más de 600 despidos y bajas de trabajadores eventuales acometidos en el último año.
Todo ello no ha impedido que el máximo órgano ejecutivo haya recibido una remuneración total de 1,99 millones de euros, lo que supone un 35,3% más que un año antes.
En el ejercicio fiscal, cerrado el 28 de febrero de 2010, se produjeron varios cambios en la cúpula: la salida del presidente, Jacobo González-Robatto, que fue sustituido por Anselm van den Auwelant, hasta entonces primer ejecutivo; y la incorporación como nuevo consejero delegado de Juan Carlos Escribano y Ezequiel Szafir, en la actualidad consejero y director general.
Indemnizaciones y premios
CVC, PAI y Permira, los fondos de capital riesgo propietarios del grupo, engordaron así su cúpula en un momento especialmente delicado para la compañía. Al margen del consejo, el equipo directivo de la compañía ingresó en total 5,25 millones, lo que supone más del doble que un año antes, cuando recibieron 2,39 millones.
No obstante, este caso es distinto, porque según explica la propia empresa en las cuentas remitidas al Registro Mercantil, de esa cantidad, 3,37 millones de euros corresponden a indemnizaciones por despidos y, en menor medida, a premios de fidelización.
Cortefiel cerró el año disparando sus pérdidas un 124%, hastas 16,8 millones de euros. Y aunque es cierto que se vendieron las tiendas de la cadena alemana Werdin y se cerró Milano, las ventas cayeron un 9,3%, hasta 947 millones.
En el informe de gestión adjunto a las cuentas, la compañía reconoce que la evolución del consumo durante el ejercicio 2009/2010 "ha sido a la baja". En su opinión, detrás de este enfriamiento y la falta de confianza de los consumidores "se encuentra la pérdida de poder adquisitivo de las familias como consecuencia del crecimiento del desempleo hasta niveles cercanos al 20%".
La empresa ha logrado coger sin embargo aire porque sus propietarios cerraron en 2009 un acuerdo con la banca acreedora para refinanciar su deuda, por importe de 1.100 millones de euros, y las ventas, según indica un portavoz, habrían vuelto a repuntar.