
El despacho de Ezequiel Nieto, director general de relación con inversores de Telefónica, podría ser un espejo de su vida diaria. Tras pasar las puertas de su oficina, el logotipo de la operadora envuelve la habitación: papeles, carpetas, cuadros, diplomas, figuras, calendarios... Todo tiene el rótulo de Telefónica grabado en algún lugar.
Sin embargo, en este ambiente emerge un paréntesis corporativo al observar en una estantería sus fotografías familiares. Esta combinación profesional y personal aporta un equilibrio perfecto a su oficina. Y a su trabajo. Esta dualidad se traslada en su discurso sobre la compañía, que ahora también vive un momento dulce.
Tras realizar el sexto encuentro anual del Día del Inversor, ¿qué ha provocado que la acción haya subido más de un 16 por ciento en siete días?
Han cambiado las bases de Telefónica. El año pasado, en el Investor Day de Valencia, la compañía estableció una serie de compromisos, que luego ha cumplido y el mercado lo ha premiado: se estableció un límite de adquisiciones de 1.500 millones de euros y se ha mantenido. Se puso un compromiso de apalancamiento y también se ha respetado. Por último, nuestra promesa de dividendos -un euro por acción en 2009- no sólo se ha cumplido, sino que además se ha adelantado a 2008. Antes de la reunión de Valencia, algunas adquisiciones como la de la checa Chesky o la británica O2 sorprendieron. La gente nos veía sólo como un operador en España y Latinoamérica y este salto no se esperaba. Se creó incertidumbre sobre cuál iba a ser nuestro papel en los próximos ejercicios e incluso se nos llegó a colgar una etiqueta de comprador compulsivo. Sin embargo, esta visión ya ha cambiado.
Si había algo que penalizaba a la Telefónica era su alto endeudamiento. Se superaron los 50.000 millones de euros con la compra de O2. Ahora se establece que los compromisos financieros no representarán más de las dos o dos veces y media el beneficio bruto de explotación, incluso los analistas esperan un ratio inferior...
Aquí cada experto tiene su modelo. Nosotros esperamos una generación de caja muy atractiva: 40.000 millones de euros en cuatro años. Un dinero que dedicaremos a retribuir al accionista, a bajar el apalancamiento y a realizar compras selectivas. La verdadera prioridad es la retribución al accionista. No obstante, hemos dejado la puerta abierta a próximas adquisiciones, pero todavía no hay que comprometer ningún capital. Primero hay que obtenerlo y luego invertirlo.
Los bancos de inversión afirman que Telefónica ha asentado un sólido modelo de crecimiento.
Dentro de sus comparables hay diferentes niveles de crecimiento y nuestras tasas son más altas que las de France Telecom o Deutsche Telekom en beneficio bruto de explotación (ebitda). Los activos que tenemos en Latinoamérica tienen crecimientos increíbles. Por otra parte, el negocio en España también está evolucionando de forma positiva. Tampoco hay que olvidar a Reino Unido, donde los ingresos crecen al 10 por ciento. Somos la mejor opción del sector entre crecimiento y rentabilidad por dividendo. Hemos dado una señal clara de disciplina enorme al fijar un suelo para el dividendo de un euro.
¿El accionista de Telefónica tiene que ser consciente de que el alza también se deben a que hay trasvase de dinero procedente de Santander y BBVA ante el miedo de las 'subprime'?
Sí. Algo de esto tendrá que haber, ya que el sector de telecomunicaciones se considera defensivo en bolsa. Aun así las valoraciones siguen siendo interesantes en el sector. Los inversores habrán visto una oportunidad en este momento, tras anunciar que daremos un euro de dividendo en 2008. Además, los accionistas valoran que los directivos se impliquen con la compañía adquiriendo acciones: el presidente César Alierta y el consejero Alfonso Ferrari compraron después de la conferencia. Tenemos un compromiso muy fuerte de aquí hasta 2010 y hay que cumplirlo.
Sin embargo, si se mira por términos de PER (veces que el beneficio está incluido en el precio de la acción) se está pagando un 50 por ciento más que por Santander, por ejemplo. ¿Cree que todavía es interesante estar en Telefónica?
No soy especialista en bancos, pero hace un año nosotros también estábamos baratos en términos de multiplicadores bursátiles. De todas formas, el mercado no sólo mide esa métrica, sino una combinación de ellas como ingresos, beneficio o rentabilidad por dividendo. Y somos atractivos.
Después de analizar el 'Investor Day', ¿qué mensaje es el que más ha calado entre los analistas y gestores?
Si atendemos a las líneas de negocio, el principal motor de crecimiento es Latinoamérica y estamos demostrando que esta región se encuentra en su momento dulce. Somos número uno o dos en los países de la región, por lo cual todo incremento en el negocio del móvil lo estamos capturando. Ahora recogemos los frutos de esa apuesta tan importante que hicimos en los años noventa. Puede que esta estrategia sea la que más ha contribuido a la subida de los precios objetivos -se han incrementado un 15 por ciento desde la conferencia, hasta los 23 euros por acción-. Además, la posibilidad de que Brasil en los próximos 12 ó 18 meses alcance el investment grade permitiría una gran entrada de capital en este país, un hecho muy favorable para nosotros.