
No hay duda de que vaya donde vaya, el multimillonario Donald Trump sabe estar en boca de todos, aunque sea para mal. Escoltado por un séquito de asistentes, guardaespaldas y ese aura de autosuficiencia que le caracteriza, este gurú del mercado inmobiliario de lujo ha creado un imperio a lo largo del planeta que le ha embolsado más de 3.000 millones de dólares en su cuenta corriente. El mundo es una enorme ostra y Trump parece haber encontrado su adorada perla en el sector hotelero, eso sí, con polémica incluida.
Durante la presentación de su última joya, el Soho Trump Tower, un descomunal edificio de 45 pisos en pleno corazón del barrio de Soho, en Manhattan, donde el resto de casas apenas supera los siete pisos de altura, las enhorabuenas y el glamour se mezclaban con las protestas de las asociaciones vecinales. "Esta clase de edificios es una aberración", asegura Andrew Berman, director ejecutivo de la Asociación para la Preservación Histórica de la zona.
¿Hotel o apartamentos?
Supuestamente, en esta localización de la Gran Manzana, los grandes condominios están prohibidos, por eso, Trump se las ha arreglado para crear un híbrido entre apartamentos de lujo y hotel, algo que consiguió el beneplácito de la alcaldía de Manhattan.
The Donald, como se le conoce a este lado del Atlántico, ha sabido rodearse de un equipo de excepción, sus hijos Donald Trump Jr, Ivanka y Eric, para globalizar la marca Trump en cada rincón del mundo. En su plan, la Trump Oragnization, entidad inmobiliaria del imperio, ha creado la división conocida como Trump Hotel Collection, presentada hace una semana, que trama la construcción de hoteles de lujo en Mexico, Punta Cana, Hawai, Dabai, Nueva Orleáns, Panama City, Toronto, Escocia y Florida. Hoteles a la que habría que añadir otros tantos casinos y viviendas de lujo en Chicago, Las Vegas o Nueva York.
¿Quién es Trump?
Trump, que sobrepasa los 60 años, ha conseguido su fortuna de la nada. Pese a su aparente prepotencia, es un hombre directo, honesto y algo mujeriego. "Si Ivanka no fuera mi hija seguramente estaría saliendo con ella", bromea. De momento, "the Donald", como se le conoce en EEUU, ha sentado la cabeza por tercera vez, con una modelo de apenas 40 años llamada Melania, con la que ha tenido su quinto vástago.
La dote que el multimillonario heredó de su padre, Fred Trump, le enseñó a saber percatarse de dónde podría encontrar un buen negocio y todas las brújulas apuntaban al sector inmobiliario, donde Trump, que ocupa el puesto 278 entre los multimillonarios de la revista Forbes, ha convertido en oro cada construcción en la que se ha visto involucrado.
Su paso por los estudios financieros de la Universidad de Pennsylvania sólo le sirvió para impulsarle a dar el salto del barrio de Queens, dónde había crecido, y mudarse a la Gran Manzana, sin un duro en el bolsillo. Desde el comienzo, demostró su capacidad para embelesar a los que le rodeaban. Aunque no tuviera el estatus social ni la cuenta bancaria necesaria para codearse con los grandes empresarios, pronto se las ingenió para hacerse miembro de un exclusivo club, dónde estableció sus primeros contactos.
En poco tiempo se transformó en el gurú inmobiliario de los 80 y se hizo propietario de edificios como la Trump Tower, en la quinta avenida neoyorquina, el Trump Parc o el Hotel Plaza. Más tarde se adentró en el negocio de los casinos y tomó parte en los centros lúdicos de Atlantic City y Nueva Jersey. También se ha adentrado en el mundo del transporte con su aerolínea Trump Shuttle.
Según una encuesta de Gallup, el 98 por ciento de los americanos sabe quién es Trump. Pese a su fama y a sus dos sonados y millonarios divorcios, de Ivanna Trump, en 1990 y de Marla Maples en el 2000, el multimillonario tuvo que acogerse a la suspensión de pagos voluntaria en 1990 por culpa de 2.000 millones de dólares que no podía pagar.
Diez años más tarde y tras lidiar con todos sus acreedores, Trump regresó por la puerta grande con un libro bajo el brazo en el que compartía su momentos difíciles y explicaba "el arte de renacer". Tres libros más tarde, el multimillonario es productor de Miss Universo, Miss América, tiene su propio programa de televisión y ha inaugurado U Trump, su propia universidad on-line, dónde en dos semanas se adquieren los conocimientos suficientes para seguir sus pasos en la vida real.