
El banco central alemán ha sido víctima de una estafa por una valor de unos 20 millones de euros. La institución financiera que todavía preside Axel Weber recompró de monedas que habían sido previamente sacadas de circulación para reciclar su metal debido a su deficiente estado.
Miembros del departamento de lucha contra el crimen organizado de la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA) han detenido a seis personas implicadas en la estafa en la que, al parecer, han participado empleados del Bundesbank y personal de la compañía aérea Lufthansa, revela hoy el rotativo Bild.
Según explica, agentes de la policía practicaron ayer las detenciones y realizaron numerosos registros en viviendas y oficinas de la región del Rin-Meno en torno a la ciudad de Fráncfort, y se sospecha que la red estaba integrada por unas 25 personas.
Monedas 'recicladas'
Las monedas de uno y dos euros desechadas eran desmontadas por el Bundesbank, que separaba el aro exterior del núcleo interior, pero volvían a ser montadas en China y eran llevadas de vuelta a Alemania en maletas de azafatas de Lufthansa, que luego las cambiaban en el banco central germano por billetes.
La estafa comenzaba ya con la compra por parte de una banda organizada de la chatarra que el Bundesbank ponía a la venta para el reciclado del metal de las monedas desechadas, que suponen varias toneladas al año.
Los compradores de las monedas desmontadas las enviaban en cargamentos declarados como chatarra a China, donde se volvían a montar y se preparaban para su retorno a Alemania en envíos que no superaban los 10.000 euros, el máximo no declarable ante las aduanas germanas.
El diario señala que la investigación ha sacado a la luz la pertenencia a la red de empleados de cabina de Lufthansa, que hacían de correos para el transporte de las monedas, así como del Bundesbank, que facilitaban su cambio por billetes.
Investigados desde 2010
La investigación de la red se inició en 2010 cuando funcionarios de aduanas alemanes en el aeropuerto internacional de Fráncfort observaron a una azafata de Lufthansa que tenía dificultades para manipular su equipaje de cabina debido al peso y que al ser inspeccionado resultó que estaba lleno de monedas de uno y dos euros.
En declaraciones al diario, la fiscal superior de Fráncfort, Doris Möller-Scheu, confirmó que los sospechosos fueron acusados, entre otros, cargos, de "poner en circulación dinero falso" y que las monedas habían perdido su legalidad en el momento en el que fueron desmontadas por el Bundesbank.