BIN JAWAD, Libia (Reuters) - Los rebeldes libios lanzaron una ofensiva el domingo contra el Ejército en el oeste del país para retomar una serie de ciudades donde las fuerzas de Muamar Gadafi se habían retirado bajo la presión de los ataques aéreos occidentales.
Envalentonados por la captura de la localidad estratégica de Ajdabiyah con la ayuda de aviones de combate extranjeros el sábado, los rebeldes recuperaron impulso y están de nuevo en control de los principales terminales petroleros en la parte oriental del país del norte de África.
Los rebeldes dijeron que ahora tenían sus ojos puestos en la ciudad costera de Sirte, ciudad natal de Gadafi y una importante base militar.
Un reportero de Reuters en Sirte escuchó cuatro explosiones el domingo en la noche. No estaba claro si ocurrieron la ciudad o sus alrededores.
El reportero también vio un convoy de 20 vehículos militares, incluyendo camiones con armas antiaéreas dejando Sirte y moviéndose al oeste hacia Trípoli, junto con docenas de vehículos civiles que llevaban familias y objetos personales.
"Queremos ir a Sirte hoy. No sé si ocurrirá", dijo Marji Agouri de 25 años mientras esperaba junto a otros 100 rebeldes junto a la ruta costera fuera de Bin Jawad, apoyados por tres lanzadores de cohetes, seis armas antiaéreas y alrededor de una decena de camionetas armadas con metralletas.
En tanto, en el frente diplomático, la OTAN acordó el domingo tomar el mando de las operaciones militares en Libia después de una semana de arduas negociaciones, dijo un diplomático y un responsable del organismo.
El avance rebelde es un rápido cambio respecto a las tres semanas de pérdidas e indica que los ataques aéreos de Occidente, lanzados bajo una orden de la ONU de aplicar una zona de exclusión aérea en Libia, están modificando la dinámica de la batalla a su favor.
Sus avances han puesto a los rebeldes de nuevo en control de los principales terminales petroleros en la mitad oriental de Libia: es Sider, Ras Lanuf, Brega, Zueitina y Tobruk.
En Ras Lanuf, los escombros de la batalla estaban regados alrededor de la entrada oriental a la localidad, que había sido bombardeada por aire.
Al menos tres camiones de las fuerzas de Gadafi aún estaban humeantes. Municiones, bolsas de plástico de raciones dejadas junto a un pequeño recipiente con una comida a medio consumir indicaban que los soldados del gobernante libio fueron atacados hasta ser obligados a retirarse.
Mansour al-Breik, un combatiente de 20 años, dijo: "Los asaltos aéreos comenzaron a partir de la medianoche y se extendieron hasta las 03.00 de la mañana".
REBELDES TOMAN PRISIONEROS
En camino a Ras Lanuf un corresponsal de Reuters vio un bus cargado con soldados de Gadafi que habían sido tomados como prisioneros, escoltado por una camioneta armada con metralletas.
Mientras la prensa extranjera pasaba, los rebeldes cantaban: "Sarkozy, Sarkozy, Sarkozy", en referencia al presidente francés y los asaltos aéreos de una coalición que incluye a Francia y está destinada a proteger a los civiles.
Mientras la línea de fuego se movía hacia el corazón del bastión de Gadafi, las fuerzas del Gobierno atacaron el sábado Misrata, en el oeste, con fuego de tanques y artillería, y reanudaron sus ataques después de una ofensiva aérea aliada.
"Misrata está siendo atacada, la ciudad y la zona del puerto donde hay cientos de trabajadores. No sabemos si se trata de artillería o morteros", dijo el domingo desde Misrata un residente llamado Saadoun a Reuters por teléfono.
Un habitante de la ciudad declaró a Reuters por teléfono que la situación humanitaria del lugar era muy mala, pero que los rebeldes señalaron que lucharían hasta liberar a la ciudad de las manos de Gadafi.
"Misrata ha estado bajo asedio durante 38 días", aseveró otro residente llamado Sami por teléfono. "No hay mucha comida, el agua es difícil de encontrar y las personas están obligadas a usar pozos para obtenerla. Tenemos problemas con las medicinas", agregó.
Un rebelde en Misrata dijo a Reuters que Gadafi estaba ocupando todo su peso en atacar a Misrata a fin de controlar todo el oeste del país, tras perder el este.
El portavoz del Gobierno libio Mussa Ibrahim dijo a periodistas en la capital, Trípoli, que Gadafi dirigía a las fuerzas, pero pareció sugerir que el líder podría desplazarse por el país para mantener su paradero en el misterio.
"Está liderando la batalla. Está liderando a la nación hacia adelante desde cualquier lugar del país", declaró Ibrahim.
"Posee varias oficinas, varios lugares en Libia. Les aseguro que está liderando a la nación en este mismo minuto y que está en comunicación continua con todos en el país", sostuvo.
Consultado si Gadafi estaba moviéndose constantemente, Ibrahim declaró que: "Es un tiempo de guerra. En tiempos de guerra actúas diferentemente".
INYECCIÓN DE MORAL
Capturar Ajdabiya fue una gran victoria moral para los rebeldes, una semana después de que partieran los ataques aéreos para cumplir con una zona de exclusión aérea dictaminada por Naciones Unidas.
"Esta es una victoria de Dios", dijo Ali Mohamed, un profesor de 53 años del bastión rebelde en Bengasi.
"Insha'allah (Quiera Dios), saldremos victoriosos. Tras dos días, estaremos en Trípoli", declaró.
Fouzi Dihoum, un empleado de una compañía de catering, dijo que los rebeldes podrían avanzar porque el área entre Ajdabiya y Sirte estaba desierta, donde las fuerzas de Gadafi eran blancos fáciles para los aviones.
"No hay lugar donde esconderse. Es un área abierta", declaró.
La semana pasada, responsables libios dijeron que cerca de 100 civiles murieron en ataques de la coalición, pero el secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, desestimó esa afirmación.