BIN JAWAD, Libia (Reuters) - Los rebeldes avanzaban el domingo hacia el oeste de Libia para capturar más territorio abandonado por las fuerzas de Muamar Gadafi en retirada, las cuales han sido debilitadas por ataques aéreos de Occidente.
Envalentonados por la captura de la localidad estratégica de Ajdabiya con la ayuda de aviones de combate extranjeros el sábado, los rebeldes recuperaron impulso y están de nuevo en control de los principales terminales petroleros en la parte oriental del país del norte de África.
"No hay soldados de Gadafi aquí. Nosotros controlamos toda la ciudad", dijo el combatiente Yousef Ahmed, de 22 años, en Bin Jwad, situada unos 525 kilómetros al este de Trípoli.
Un corresponsal de Reuters en Bin Jawad dijo que había más de dos decenas de camionetas con rebeldes que portaban metralletas en el centro de la localidad, mientras los combatientes disparaban al aire en señal de celebración.
Bin Jawad es el punto más occidental que alcanzaron los rebeldes a inicios de marzo, antes de ser replegados por las fuerzas mejor equipadas de Gadafi hasta su bastión de Bengasi, en el este.
Los rebeldes dijeron que los soldados leales a Gadafi se retiraron hacia el oeste y que ahora planean avanzar hasta Sirte, una zona fuertemente defendida por el líder libio situada en la costa mediterránea.
"Queremos ir a Sirte hoy. No sé si ocurrirá", dijo el joven Marji Agouri de 25 años mientras esperaba junto a otros 100 rebeldes junto a la ruta costera fuera de Bin Jawad, apoyados por tres lanzadores de cohetes, seis armas antiaéreas y alrededor de una decena de camionetas armadas con metralletas.
El avance rebelde es un rápido cambio respecto a las tres semanas de pérdidas e indica que los ataques aéreos de Occidente, lanzados bajo una orden de la ONU de aplicar una zona de exclusión aérea en Libia, están modificando la dinámica de la batalla a su favor.
Sus avances han puesto a los rebeldes de nuevo en control de los principales terminales petroleros en la mitad oriental de Libia: es Sider, Ras Lanuf, Brega, Zueitina y Tobruk.
En Ras Lanuf, los restos de la batalla estaban regados alrededor de la entrada oriental a la localidad, que había sido bombardeada por aire.
Al menos tres camiones de las fuerzas de Gadafi aún estaban humeantes. Municiones, bolsas de plástico de raciones dejadas junto a un pequeño recipiente con una comida a medio consumir indicaban que los soldados del gobernante libio fueron atacados hasta ser obligados a retirarse.
Mansour al-Breik, un combatiente de 20 años, dijo: "Los asaltos aéreos comenzaron a partir de la medianoche y se extendieron hasta las 03.00 de la mañana".
LOS REBELDES TOMAN PRISIONEROS
En camino a Ras Lanuf un corresponsal de Reuters vio un autobús cargado con soldados de Gadafi que habían sido tomados prisioneros, escoltado por una camioneta armada con metralletas.
Mientras la prensa extranjera pasaba, los rebeldes cantaban: "Sarkozy, Sarkozy, Sarkozy", en referencia al presidente francés y los asaltos aéreos de una coalición que incluye a Francia y está destinada a proteger a los civiles.
Mientras la línea de fuego de movía hacia el corazón del bastión de Gadafi, las fuerzas del Gobierno atacaron el sábado Misrata, en el oeste, con fuego de tanques y artillería, y reanudaron sus ataques tras una ofensiva aérea aliada.
"Misrata está siendo atacada, la ciudad y la zona del puerto donde hay cientos de trabajadores. No sabemos si se trata de artillería o morteros", dijo el domingo desde Misrata un residente llamado Saadoun a Reuters por teléfono.
Un habitante de la ciudad declaró a Reuters por teléfono que la situación humanitaria del lugar era muy mala, pero que los rebeldes señalaron que lucharían hasta liberar a la ciudad de las manos de Gadafi.
"Misrata ha estado bajo asedio durante 38 días", aseveró otro residente llamado Sami por teléfono. "No hay mucha comida, el agua es difícil de encontrar y las personas están obligadas a usar pozos para obtenerla. Tenemos problemas con las medicinas", agregó.
Un rebelde en Misrata dijo a Reuters que Gadafi estaba ocupando todo su peso en atacar a Misrata a fin de controlar todo el oeste del país, tras perder el este.
El portavoz del Gobierno libio Mussa Ibrahim dijo a periodistas en la capital, Trípoli, que Gadafi dirigía a las fuerzas, pero pareció sugerir que el líder podría desplazarse por el país para mantener su paradero en el misterio.
"Está liderando la batalla. Está liderando a la nación hacia adelante desde cualquier lugar del país", declaró Ibrahim.
"Posee varias oficinas, varios lugares en Libia. Les aseguro que está liderando a la nación en este mismo minuto y que está en comunicación continua con todos en el país", sostuvo.
Consultado si Gadafi estaba moviéndose constantemente, Ibrahim declaró que: "Es un tiempo de guerra. En tiempos de guerra actúas diferentemente".
INYECCION DE MORAL
Capturar Ajdabiya fue una gran victoria moral para los rebeldes, una semana después de que empezaran los ataques aéreos para cumplir con una zona de exclusión aérea dictaminada por Naciones Unidas.
"Esta es una victoria de Dios", dijo Ali Mohamed, un profesor de 53 años del bastión rebelde en Bengasi.
"Insha'allah (Quiera Dios), saldremos victoriosos. Tras dos días, estaremos en Trípoli", declaró.
Fouzi Dihoum, un empleado de una compañía de catering, dijo que los rebeldes podrían avanzar porque el área entre Ajdabiya y Sirte estaba desierta, donde las fuerzas de Gadafi eran blancos fáciles para los aviones.
"No hay lugar donde esconderse. Es una zona abierta", declaró.
La televisión estatal de Libia emitía el domingo canciones pop e imágenes de palmeras, trigales y grandes proyectos de construcción realizados en las cuatro décadas de Gadafi en el poder.
El mismo Gadafi no ha aparecido en televisión desde que dio un discurso el miércoles, e incluso sus hijos Saif al-Islam y Khamis - que en los inicios del conflicto hablaba regularmente con la prensa extranjera - han estado desaparecidos desde hace aún más tiempo.
Redes sociales en Internet y algunas publicaciones en árabe informaron de que Khamis, comandante de la brigada de elite 32, murió en el ataque contra Gadafi de un supuesto piloto desertor que habría estrellado su aeronave contra el recinto de Gadafi en Trípoli.
No hay confirmación de esa información y los altos cargos libios declaran que son parte de una campaña deliberada de desinformación.
La semana pasada, altos cargos libios dijeron que cerca de 100 civiles murieron en ataques de la coalición, pero el secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, desestimó esa afirmación.
Embajadores de la OTAN se reunirán el domingo para discutir planes para ampliar el mandato de la alianza a fin de que tome el comando total de las operaciones militares, incluyendo blancos en tierra.
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