Empresas y finanzas

Trabajadores Correos británicos inician segunda huelga con críticas a Brown

Londres, 8 oct (EFECOM).- Los trabajadores de Correos británicos (Royal Mail) empezaron hoy la segunda de las dos huelgas de 48 horas previstas con un mitin en el centro de Londres dominado por las críticas contra el Gobierno del primer ministro británico, Gordon Brown.

Centenares de empleados de la empresa se citaron en el Central Hall de la abadía de Westminster, donde el secretario general del sindicato Communications Workers Union (CWU), Dave Ward, atacó al Ejecutivo británico por no involucrarse en la disputa entre empresa y sindicatos.

"Somos los únicos que intentamos asegurar que haya un buen servicio postal en un futuro. No vemos que el Gobierno laborista tenga esta actitud", afirmó Ward, cuyo sindicato anunció esta mañana el inicio de un segundo paro, que sigue al convocado el pasado jueves, para protestar por sus condiciones laborales y salariales,

En una rueda de prensa en su residencia oficial del número 10 de Downing Street, el jefe del Gobierno condenó la huelga de los 130.000 trabajadores de correos e insistió en la necesidad de que volviesen al trabajo.

"Es inaceptable, un grave trastorno en la vida de la gente", dijo Brown, a lo que confirmó que su Gobierno no se involucrará directamente en las negociaciones entre ambas partes y que quiere esos huelguistas "de vuelta al trabajo".

La maratón de conversaciones entre los directores de Royal Mail y el sindicato CWU este fin de semana finalizó sin acuerdo, por lo que los trabajadores mantuvieron la huelga prevista para hoy y mañana.

El sindicato CWU se queja de la pérdida de empleos que podría acarrear un nuevo programa de modernización del Royal Mail, que el pasado julio ya sufrió numerosas huelgas del personal de las oficinas de Correos.

La compañía, que ha indicado que los cambios son necesarios para que pueda ser competitiva en el actual mercado liberalizado del correo, se enfrenta a paros que podrían significar la pérdida de hasta 260 millones de libras (unos 376 millones de euros), según las fuentes consultadas por el "Sunday Telegraph".

Según el secretario general de Trades Union Congress (TUC, central sindical británica), Brendan Barber, las conversaciones se encuentran ahora en una "fase crítica", con tan sólo "algunos asuntos por resolver".

Los sindicatos se han negado a una subida salarial del 2,5 por ciento y han advertido de que los planes de modernización podrían provocar la pérdida de 40.000 puestos de trabajo. EFECOM

lj/jr/mdo

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