
José María Ramírez Pomatta ha vuelto del revés Mutua Madrileña. Cuando llegó a la presidencia, hace cinco años, la compañía se dedicaba exclusivamente a los seguros de automóvil y contaba con 300 empleados. Con él llegó la diversificación de actividades, la expansión geográfica, la adquisición de compañías, la toma de participaciones bursátiles y la entrada en los patrocinios deportivos. También la polémica.
Como su enfrentamiento con Mapfre, su reciente salida de Unespa y la dimisión de uno de los cuatro directores generales de la Mutua.
¿Había discrepancias de estrategia comercial con Juan Lázaro?
Totales. Estaba preparando una operación de descenso de primas del 50 por ciento, que va en contra de la política que marca el Consejo de Administración y que escapa de toda lógica. Yo llevo cinco años negándome a la guerra de precios. Creo que si la Mutua desencadenara una guerra de precios seríamos muy responsables de lo malo que pudiera ocurrir en el sector y la Mutua tiene un deber hacia el sector. No hay que bajar precios, hay que dar mejores prestaciones. Y eso es lo que estamos haciendo, dando al mutualista atención en carretera, servicio jurídico, descuento a familiares... No se puede andar con ligerezas. Tanto lo que haga Mapfre, por su tamaño, como lo que hagamos nosotros, por nuestro prestigio y solvencia, tiene un gran impacto en el conjunto del mercado.
¿La crisis desatada por las hipotecas de alto riesgo de Estados Unidos afecta a la Mutua?
Estamos afectados, pero en una posición envidiable para hacerla frente. Y estamos afectados porque si se venden menos coches, nosotros hacemos menos pólizas, aunque hagamos más que cualquier otro. Lo que pasa es que nosotros estamos tan sólidamente instalados que apenas lo notamos. Lo podemos resistir porque hemos tomado durante años la precaución de hacer una empresa muy fuerte y muy solvente.
¿Le preocupa los efectos que puede tener esta crisis?
Sí, me preocupa muchísimo. Creo que es una crisis que se venía venir y en la que ha fallado el hombre. Se ha producido por un exceso de ambición, de las entidades financieras y de las inmobiliarias. Pero el problema es saber hasta dónde ha llegado. Hasta ahora se sabe que hay un agujero pero no dónde está ni cuál es su tamaño. Eso es lo que está ocurriendo. Los bancos no se prestan entre sí porque no se fían unos de otros, no saben dónde está el agujero y toman precauciones importantes. Si todo esto acaba afectando al empleo de EEUU y, por tanto, a su capacidad de compra, tendremos el problema servido, en EEUU y en Europa. Y aquí vamos a tener en 2008 un problema inmobiliario y puede ser muy grave. Y si afecta al consumo será gravísimo. El financiero es un problema de confianza que se puede reestablecer con mayor o menor facilidad, pero lo problemas de fondo de la economía... El riesgo está en que se vaya deteriorando el índice de confianza. A mí me parece un tema muy grave. Yo llevo muy mal que una persona que vive en su casa tranquilamente, después de cuarenta años de trabajo con su familia, tenga que dejarla porque la ambición de un tercero le haya puesto en la calle.
¿Cree que la crisis acabará por afectar al crecimiento de España?
Eso no se sabe, porque no se conoce la premisa mayor ¿Cuál es el agujero? ¿Dónde está? Si no se sabe ni donde está ni cual es el importe es muy difícil hacer predicciones, son más bien conjeturas. Creo que saldremos adelante, porque siempre se sale, pero la cuestión tiene poco chiste.
¿Cómo será 2008?
Va a ser un año muy malo. Ya veremos que pasa. Cuando la Reserva Federal abre la espita y le da liquidez al banco, para que el banco preste un poquito a otros bancos, eso no llega al señor que tiene que pagar a final de mes su hipoteca, y ese señor lo va pasar muy mal porque además va a coincidir inmediatamente con la pérdida de empleo.
¿Pérdida de empleo en España?
Sí, claro. Es evidente. En el momento en que las empresas se vean limitadas... El sector inmobiliario y el la construcción están disminuyendo empleo de una forma clara. Hay 40.000 ó 50.000 personas que dejan de percibir su sueldo todos los meses y esos señores tienen la mala costumbre de seguir comiendo todos los días y tendrán todo el derecho a estar indignados. Para mí ese hombre me merece mucho más respeto que el presidente de un banco.
¿Se ha arrepentido de haber invertido en acciones de Repsol?
De ninguna manera. Yo creo que es el futuro de las inversiones que tenemos en bolsa. Al analizar las inversiones financieras comprobé que ACS <:ACS.MC:> estaba agotada, y Repsol <:REP.MC:> era la mejor opción.
Cuanto invirtió en agosto en Repsol afirmó que iba a solicitar entrar en su consejo
Pero también dije que no tenía ninguna prisa. Es Repsol el que tiene que decidir sobre la designación y lo que puedo decir es que mantenemos una excelente relación con Repsol y también con sus accionistas, La Caixa y Sacyr <:SYV.MC:>.
¿Se puede repetir lo que pasó en el Popular <:POP.MC:>?
Siempre se puede repetir todo, pero yo creo que seremos consejeros. A mí me gustaría mucho, y no tiene por qué haber objeciones ni pasar algo que no esté previsto. La relación con Repsol es muy buena y es absurdo un planteamiento a las malas.
¿Y el resto de inversiones en bolsa siguen en revisión?
Todas las participaciones están condicionadas al beneficio que le reporta a la Mutua. Son puramente financieras. Yo no soy protector del Santander <:SAN.MC:>, por ejemplo. En el momento en que esa inversión deje de ser útil o haya otra cosa más rentable la decisión está clara, porque mi obligación es la Mutua. Tengo la libertad de analizar las inversiones desde el prisma del beneficio para la Mutua, como hacemos con todas las compañías en las que tenemos participaciones.
¿El momento financiero influye en los planes de la Mutua? ¿Sigue de cacería?
La ventaja que tiene la Mutua en toda esta crisis financiera es que tenemos un patrimonio enorme, una liquidez extraordinaria y que no tenemos ninguna prisa. En este momento, miramos, analizamos. Están surgiendo oportunidades importantes en el sector asegurador. Hay un par de oportunidades y es muy importante que sepamos esperar. Tampoco estoy asegurando que se produzcan, pero es posible que dentro de un tiempo próximo Mutua pueda hacer una operación muy importante desde el punto de vista societario dentro del sector asegurador. En esas estamos.
¿En disparar?
No le quepa a usted ninguna duda de que si podemos coger la codorniz, la cogeremos.
¿En España o en Europa?
Allí donde hay algo bueno para la Mutua. Lo que tengo claro es que le riesgo tiene que ser mínimo y la rentabilidad clara. Si es en Europa, en Europa y si es en España, en España.
Se acaba la temporada de Fórmula 1 ¿Si Alonso rompe el contrato con McLaren, la Mutua lo seguirá?
No tenemos decidido nada en este momento, pero, y es simplemente una conjetura previa, yo tengo que apoyar el deporte español y a los deportistas españoles. A mí Hamilton me parece muy mono, pero me da igual.
La Fórmula 1, el tenis, la vela, el seguro con Garbajosa ¿Por qué Mutua es tan activa con el deporte?
Por una parte queremos manifestar a la sociedad que la Mutua ya no es una compañía pequeña, arcaica, metida en sí misma, sino una compañía abierta, dinámica, con arreglo a la sociedad en la que se encuentra. Y por otra parte, para ayudar a la juventud, que tenga ídolos en el deporte, que me parece mucho mejor que los del mundo de los bares y las discotecas. La Mutua no tiene ánimo de lucro, estamos haciendo muchas cosas que no son en beneficio de Mutua sino en beneficio del conjunto de la sociedad.
¿Cómo se encuentra el proyecto de la futura ciudad sanitaria de la fundación?
Tenemos la primera fundación de investigación médica en España. Respecto a la ciudad sanitaria, estamos en disposición de empezar. Pendientes de los últimos trámites. Se terminó el periodo de información pública el pasado día 22 de septiembre, luego viene un periodo de alegaciones y luego ya se puede ir a la adjudicación mediante concurso. A mi me corre mucha prisa pero la Administración, es la Administración. He puesto mucha ilusión en la ciudad sanitaria y quiero que sea algo excepcional.
¿Quién sustituirá al dimitido Lázaro? ¿Podría ser alguien de la casa?
Sí, claro. Tenemos gente muy buena en nuestra compañía. Pero a lo mejor, más que buscar una persona de la casa para que se le promocione, lo que hay que hacer es un estudio más profundo de cómo se fragmenta, se organiza la división de trabajo de la compañía, cómo se dividen las áreas. Buscar una sola persona tal vez no es lo más acertado. Pero lo haremos con calma.