El gigante estadounidense de la distribución registró en su cuarto trimestre fiscal -que terminó el pasado 31 de enero- un beneficio neto de 5.020 millones de dólares, o 1,41 dólares por acción, frente a los 4.820 millones de dólares que ganó en el mismo periodo del año anterior.
Sin contar extraordinarios, los beneficios de Wal-Mart se situaron en 1,34 dólares, por encima de los 1,31 dólares que esperaban los analistas consultados por Thomson Reuters.
Las ventas globales se incrementaron un 2,5% interanual a 115.600 millones de dólares, frente a los 117.000 millones estimados. En este apartado, el protagonismo es para Estados Unidos: en su mercado clave, la compañía registró un descenso del 1,8%. Se trata de la séptima caída trimestral consecutiva de las ventas en EEUU.
Decepcionado con EEUU
Estas cifras de facturación han "decepcionado" al presidente y consejero delegado de la compañía, Mike Duke, que señaló que algunos de los problemas relacionados con los precios y la comercialización en su división estadounidense son "más profundos de lo esperado inicialmente".
Por eso, adelantó requieren una respuesta que "tardará tiempo en ofrecer resultados", afirma en su comunicado.
Pese a todo, el directivo se ha mostrado satisfecho con el sólido comportamiento de los beneficios, tanto en el cuarto trimestre como en el conjunto del ejercicio fiscal en sus diferentes divisiones.