Empresas y finanzas

Antiguo consejero destapa dudas destino dinero extranjero y labor de Camacho

Madrid, 25 sep (EFECOM).- El antiguo consejero de Gescartera José María Ruiz de la Serna destapó hoy las dudas sobre el paradero del dinero de los clientes extranjeros en el exterior y, al igual que la ex presidente de la agencia de valores, Pilar Giménez Reyna, indicó que Antonio Camacho tenía plenos poderes para actuar en la compañía.

Por su parte, el principal imputado Antonio Camacho aprovechó la cuarta sesión del juicio oral por este escándalo financiero para asegurar que, en 2001, Gescartera tenía un superávit de 18,03 millones de euros, con lo que "hoy sería una de las sociedades más importantes en el sistema financiero español".

Sin embargo, esta situación no coincidió con la planteada por José María Ruiz de la Serna, ex funcionario de la CNMV e interlocutor de Gescartera ante el organismo regulador, quien reconoció presentar unos documentos "inveraces" del La Caixa y el Banco Santander, que aseguraban la existencia de 6.900 millones de pesetas (41,46 millones de euros) en 1999, cuando se abrió un expediente contra la sociedad.

Incluso, en 2001, ya intervenida Gescartera, envió a la CNMV otro certificado del HSBC, "certificado" y "cotejado" por el propio Camacho al igual que los otros documentos citados, que acreditaba la existencia de otros 15.000 millones de pesetas (90 millones de euros) de la sociedad instrumental "Martin Investments", creada por Camacho como último intento para reflotar la agencia de valores.

A juicio de Ruiz de la Serna, quien no fue capaz de aportar documentación sobre los fondos de Gescartera en el exterior pese a las peticiones del fiscal, antes de 1998 los fondos de los clientes se llevaron al exterior y, a partir de entonces, la agencia de valores española utilizaba las aportaciones nuevas para "compensar" entre clientes.

El fiscal pide once años tanto para Jesús Ruiz de la Serna como para Antonio Camacho, quien relató hoy que le era "imposible" conocer las 44.624 operaciones de bolsa que se hicieron en el año 2.000 con compras por 66.000 millones de pesetas (396 millones de euros), pero que, a partir de 1996, por indicación de la CNMV se hizo un esfuerzo en medios materiales y humanos para hacer viable a Gescartera.

Así, según Camacho, se fichó a José María Ruiz de la Serna y Salvador Alcaraz en 1997, con "responsabilidades destacadas" en la CNMV y "recomendados" Ramiro Pardo Martinez del Valle, el jefe de supervisión del organismo regulador, desde donde también salió otra recomendación para Laura García-Morey, actual mujer de Antonio Camacho.

Otro de los fichajes de Camacho fue Pilar Giménez-Reyna quien desde 1999 ocupó el cargo de presidenta de Gescartera ante la "insistencia" del dueño de la agencia de valores, hacia quien tenía "confianza" y "cariño".

"Yo le dije: no quiero poderes y no me importa ser un objeto de decoración", reconoció Pilar Giménez Reyna, quien dejó claro que, para ella, después de conseguir múltiples inversores para Gescartera como la ONCE y muchas instituciones religiosas, la intervención de la agencia de valores ha sido una "hecatombe", un "diluvio" y una "tara" en su vida.

También la acusada, para quien el fiscal pide ocho años de cárcel, recordó el momento del día 14 de junio de 2001 cuando le pregunta a Camacho dónde esta el dinero, agarrándole de las solapas del traje, porque -recordó- "pensaba que estaba en una casa honrada y no en una cueva de ladrones".

Ahora, después de animar a media familia a invertir en Gescartera, según relató Pilar Giménez Reyna, "no tengo donde caerme muerta" y "me han llamado tonta de todas las maneras".

También reconoció que la relación con su hermano Enrique, ex secretario de Estado de Hacienda, ahora no es buena y que la comida que mantuvieron ellos dos, Antonio Camacho, la ex presidenta de la CNMV en 2001, Pilar Valiente, y el responsable del organismo supervisor Antonio Botella fue "intrascendente" y "protocolaria", ya que no se resolvió ningún aspecto sobre los clientes ni los fondos de Gescartera y sólo se habló de la transformación de la sociedad en agencia de valores.

En otro momento de la declaración, la ex presidenta de Gescartera señaló que no sabía nada de los cheques falsos por 24 millones de euros (4.000 millones de pesetas), que pararon un expediente de la CNMV en 1999, ni del agujero patrimonial que intentaba tapar la sociedad instrumental "Martin Investments" en 2001, poco antes de la intervención, una de las claves, según fuentes jurídicas, para saber dónde está el dinero de Gescartera.

Mañana continuarán los interrogatorios con José María Ruiz de la Serna, al que seguirá el también consejero Anibla Sardón y el comercial Francisco Javier Sierra de la Flor. EFECOM

dsp/jma

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