
El consejo de administración de CatalunyaCaixa ha aprobado este martes la creación de un banco al que transferirá su actividad financiera, en una reunión en la que el presidente de la caja, Fernando Casado, ha renunciado al cargo, ha informado la entidad surgida de la fusión de Caixa Catalunya, Tarragona y Manresa.
La caja ha decidido crear un banco para "reforzar su capitalización" y cumplir las exigencias del Gobierno y Basilea III, aunque ha destacado su objetivo de preservar su modelo de negocio de banca minorista y su obra social.
Sobre la nueva normativa financiera, CatalunyaCaixa ha puntualizado que ha provocado unas exigencias de capitalización para aumentar los niveles de solvencia "que afectan a todas las entidades del sistema financiero español".
En el caso de la caja dirigida por Adolf Todó, esta buscará los recursos necesarios "de inversores que pueden ser tanto públicos como privados", pero todavía debe definir cómo estructurará el grupo tras la creación del banco y qué porcentaje del capital abrirá a los inversores -como mínimo será el 20%, para cumplir con las exigencias del Gobierno, y la voluntad inicial es que no supere el 49%-, han explicado a Europa Press fuentes de la entidad.
Para ello será clave la aprobación definitiva de la nueva normativa financiera española, que el Ejecutivo central prevé llevar al Consejo de Ministros de este viernes.
Manel Rosell, presidente transitorio
Tras la renuncia de Casado -que ha atribuido su marcha a los cambios del entorno y "en ningún caso" a su retribución-, asume las funciones de presidente el hasta ahora vicepresidente primero de CatalunyaCaixa, Manel Rosell, ex presidente de Caixa Manresa y de la Cámara de Comercio de Manresa.
Se trata de un cargo transitorio, siguiendo lo que marcan los estatutos de la entidad, que otorgan la presidencia en funciones al vicepresidente en caso de falta del presidente, durante un periodo de hasta tres meses.