
"Queremos ser el primer banco de inversión europeo en el mid-market". Con esta declaración de intenciones afronta el presidente de N+1, Santiago Eguidazu, el último paso de gigante que acaba de dar el fondo de capital riesgo con la compra de la división de banca de Brewin Dolphin, uno de los principales actores en el mercado de capitales de Reino Unido de medianas compañías.
En declaraciones a elEconomista, Eguidazu explicó que la intención del grupo en crecer y tomar posiciones relevantes en Reino Unido pero ya ha identificado nuevas oportunidades. En sentido, señaló a Francia como el siguiente objetivo que se ha marcado la entidad, algo que cada vez está más cerca con la nueva estructura que acaba de crear la nueva sociedad que se denominará N+1 Brewin.
Además, la compañía quiere aprovechar su nuevo tamaño para fortalecerse en países donde ya está presente como Alemania, donde tiene sede en Fráncfort.
El fondo descartó avanzar de momento el importe de la operación. No obstante, Eguidazu especificó que los recursos propios de la nueva sociedad alcanzan los 6 millones de euros.
Ampliación de capital
Lo que sí detalló el presidente de N+1 fue cómo se financiará esta operación. En concreto, el grupo ha realizado una ampliación de capital con la que el fondo ha aumentado sus fondos propios hasta los 22 millones de euros.
Esta operación ha sido suscrita con un único socio externo: el actual primer accionista de Dinamia, Ricardo Portabella, quien a partir de la nueva estructura de capital contará con un 5% de N+1.
Eguidazu apuntó que con esta operación es suficiente para cubrir la compra de Brewin. "Es más, sobraría capital con el que podríamos afrontar otras operaciones", añadió.
El capital de N+1 Brewin se distribuye entre el grupo N+1 (51%), el equipo directivo de la división (35%) y la propia Brewin Dolphin (14%), que permanece en el accionariado como socio industrial.
La transacción está condicionada a la autorización de Financial Service Authority, autoridad supervisora de Reino Unido.
Eguidazu hizo hincapié en que en Europa no hay bancos de inversión especializados en la mediana empresa, que con las actuales condiciones financieras y económicas "van a tener que depender de los mercados de capitales".