Empresas y finanzas

Los pasajeros de Delta escogen su compensación en caso de 'overbooking'

Foto: Archivo.

Generalmente, entre un 8 y un 10% de los pasajeros que tiene reserva para tomar un vuelo nunca aparece. Ante esta realidad, muchas aerolíneas venden un número superior de asientos a la capacidad real de sus aviones para evitar volar con plazas libres.

El problema surge cuando se hacen mal las cuentas y se aglutina para un mismo vuelo un número excesivo de pasajeros, lo que se conoce como overbooking. La aerolínea en cuestión se ve obligada a emprender negociaciones de última hora con aquellos pasajeros dispuestos a aceptar un cambio de vuelo a cambio de una compensación económica.

Para evitar el menor gasto a la hora de negociar con los viajeros, Delta Air Lines acaba de lanzar un nuevo sistema. Según explica en un artículo The Wall Street Journal, la aerolínea ha creado un modelo de subasta silenciosa en la que los pasajeros dispuestos a viajar en otro vuelo establecen electrónicamente el precio que aceptarían como compensación a cambio de no viajar si se prevé que va a haber overbooking. Éstos se registran por Internet antes de salir al aeropuerto o antes de pasar la zona de seguridad.

El periódico apunta a que el nuevo sistema concede a Delta una ventaja en la negociación con el consumidor ya que puede elegir las compensaciones más bajas, mientras que los pasajeros desconocen hasta dónde está dispuesto a bajar su precio el resto del pasaje.

Delta, la segunda aerolínea estadounidense por tráfico, es la única de momento en ofrecer este sistema. Pero ya hay muchos que ya ven sus ventajas y desventajas.

Compensaciones elevadas

En contraste, las aerolíneas rivales siguen presentando sus ofertas, por lo general certificados para viajar otro día, de entre 200 y 400 dólares a los pasajeros en la puerta de embarque. Las compañías aumentan sus ofertas hasta que las acepta un número suficiente de pasajeros, a menudo tan sólo minutos antes de la hora de salida del vuelo.

Las reglas de Estados Unidos determinan que las aerolíneas no tienen que pagar nada a los pasajeros cuando cancelan vuelos por condiciones meteorológicas adversas u otras razones. Sin embargo, el Departamento de Transporte está considerando una propuesta que elevaría de 800 a 1.300 dólares la remuneración que las aerolíneas tendrían que pagar a los pasajeros que desplazan involuntariamente a vuelos posteriores.

El número de pasajeros de aerolíneas estadounidenses que aceptó tomar vuelos posteriores en los nueve primeros meses de 2010 subió a 541.694, frente a los 510.878 en el mismo período de 2009, según The Wall Street Journal a partir de datos del Departamento de Transporte.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky